martes, 27 de octubre de 2009

Gomorra


Un libro que comienza describiéndote la experiencia de un gruista que está manipulando un container en el puerto de Napoli, y que con el balanceo éste se abre y empieza a vomitar decenas de cadáveres de chinos que habían pagado al "Sistema" para que se les enterrase en su tierra, no puede ser un libro que te deje indiferente.

Este libro, que se hizo muy famoso hace un par de años más o menos, cayó en mis manos hace unos meses, pero es ahora cuando estoy en plena fase devoradora.

Aún no lo he terminado, pero me veo ya en disposición de hablarles de él. Hay una película que, según tengo entendido, no le hace nada de justicia al libro. Una suerte de “Ciudad de Dios” a la italiana que no termian de cuajar.

Es impresionante cómo Roberto Saviano nos descifra los pormenores del sistema económico y organizativo de la Camorra napolitana. Un trabajo escrupuloso pero que no hace que el libro pierda pulso emocional pues, aunque a veces lo parezca, no es un frío informe sociológico, es toda una experiencia de vida extrema.

La mayor parte del libro se desarrolla en Secondigliano, barrio del norte de Napoli, que alcanzó en los años noventa el record mundial de homicidios por habitante.

He leído por ahí que los habitantes de este barrio dicen que cuando se calme lo de Irak y lo de Afganistán, Secondigliano volverá a ser el barrio más peligroso del mundo. Ni favelas ni guetos sudafricanos. Secondigliano marca la diferencia en esa lamentable carrera de cifras de asesinatos.

El libro, como les digo, es apasionante. Nos enseña cómo las distintas organizaciones criminales italianas dominan todo. Cómo las grandes firmas de moda italianas se benefician de los inmensos talleres clandestinos que controlan las mafias, cómo son los contactos con las mafias del este, o cómo abrieron mercados antes los capos en China que el propio gobierno del país.

Pero no solo nos ofrece esta visión amplia de las cosas. También nos obsequia con historias personales. Deprimentes historias casi todas, para que mentir. Porque por mucho que me gusten las películas de mafiosos, leyendo esto te das cuenta de lo cruel y horrible que es esta gente.

Pero eso no quita que sea muy interesante conocer la compleja organización social de éstos grupos, cómo funcionan y cómo se promociona la gente dentro de ellos. Cómo reclutan a los niños, cómo es una guerra entre clanes, qué significa para ellos el poder y cómo viven, matan y mueren.

Un apunte más. Tuve la suerte, hace unos años, de viajar a Napoli. Ya en la misma Italia, le decía a la gente de allí que esa ciudad me había parecido más fascinante incluso que Roma. De hecho, siempre la cito como la ciudad que más me ha gustado de las que he visitado. El Vesubio, Pompeya, la Bahía de Napoli, el Barrio Español (que aparece varias veces en el libro) que es donde nos alojábamos, la catacumbas, los mercados, el caos reinante, la fe eterna a Maradona, el bullicio constante…un sitio inolvidable y maravilloso. Pero leyendo el libro te das cuenta de qué tipo de vida paralela se esconde debajo de todas esas cosas. Soy consciente que muchas de ellas no llamarían la atención a la mayoría de turistas, pero yo disfrutaba tomando una birra Peroni sentado en la acera, mientras miraba como negociaban en el mercado o como una familia sacaba la mesa y las sillas a la calle para ponerse a cenar al fresco.

Parecidas sensaciones, aunque menos intensas, tuve años después en Sicilia. Quizá porque el carácter siciliano me parece más cerrado.

Napoli o Sicilia son muy especiales, aunque no para todos los públicos.
Pero el libro sí que lo es.
Fascinante.