miércoles, 18 de noviembre de 2009

Spikes y Pichones


Un día movido.
De primeras tengo que ir en ayunas al trabajo porque toca reconocimiento médico. Medio desmayado, en estado semicomatoso, recorro a eso de las 9:20 de la madrugada la Calle Libertad desde el Metro Chueca hasta la oficina para dejar las cosas en mi asiento y ponerme en la cola para entrar en la furgoneta-hospital donde nos tienen que hacer la revisión.

La humanidad es tan deprimente que incluso entre compañeros de trabajo hay quien se cuela como si los demás no estuviésemos también hasta las narices de esperar. Así pues, se recogen escenas de cierta tensión entre supuestos compañeros antes de que el enfermero proceda a extraerme sangre, y tras más de media hora de espera.

Después de esto, nos citan para más tarde tomarnos la tensión, auscultarnos con un estetoscopio moderno, aunque por encima de la camiseta (!!!), y luego mentiré cuando me preguntan si tomo drogas y, lo más interesante, me hacen una prueba de oídos.

Todo perfecto!

El tipo dice que estoy preparado para rockear. Podré escuchar a The Quireboys como se merecen. Creo recordar que es la tercera vez que disfruto de esta banda en directo, y quiero que todo vaya bien.

Quedo para comer con El Pichón, que ha venido de Barna a unas cosas de curro y, afortunadamente, su visita coincide con la de Spike y sus chicos.

Después de comer me reincorporo al trabajo y a eso de las 18:30 ya salgo disparado para casa. Cojo las cosas del curso y me voy a CICE a seguir con el curso de MAYA.

Dos horas intensas de NURBS, polígonos y modelados varios.

Después salgo corriendo y pillo el Metro Diego de León que me llevará directamente a Gran Vía.

Allí corro a la Sala Sol y me espera El Pichón, que ya ha tenido tiempo de conocer brevemente al cantante (se encuentra con Spike en la puerta de la sala) y ya ha encontrado a tres amigos de Valladolid y Cartagena con los que no había quedado (recordarán a El Pichón de las crónicas del viaje a Londres, donde desplegó su exagerado don de gentes. Para que vean que en cuanto lo dejo solo un rato, la lía parda).

Así que después de todo el jaleo, por fin estoy en la sala y el concierto empieza 5 minutos después de llegar.

Perfecto.

La sala está llena y ellos salen a matar.

La primera vez que los vi fue en la Sala Canciller, en la gira del “A Little Bit of What You Fancy”, el más laureado de sus álbumes. De hecho, ésta es la gira del 20 aniversario de ese maravilloso disco. La respuesta inglesa a Guns And Roses, como promocionaban en su día, sigue siendo, a diferencia de Axl y sus experimentos y excentricidades, un grupo de gente abanderada por Spike que rebosa autenticidad por los cuatro costados. La entrega y el amor a la música son totalmente palpables cuando están sobre las tablas.

Yo siempre vi en ellos mucho más que una respuesta a los Guns. Muchísimo más.

Y creo que tocaron todo el “A Little…”, pues recuerdo las imprescindibles 7 O'Clock, I Don't Love You Anymore, Sex Party y Hey You. También mis favoritas; Misled y Roses and Rings. Y también otros temazos como Sweet Mary Ann, Whippin' Boy, Take Me Home Tonight, There She Goes Again…en fin, un repertorio que tira de espaldas.

Dieron oportunidad a algún tema que ya tocaron la última vez que los vi, como This Is Rock And Roll y al "nuevo" Mona Lisa Smiled.

Y el pirata Spike nos fue deleitando con esa voz y ese estilo que tanto le debe a los Faces de Rod Stewart y que tanto nos gustan. Este pirata sigue igual que siempre, Jack Daniels en mano, vendiendo ahora sus discos solamente en sus conciertos, tocando en salas de pequeña y mediana capacidad, pero dándolo todo, tal y como hacía 20 años atrás. Es un verdadero placer seguirles y disfrutar con ellos después de tanto tiempo.

Como fui a toda ostia al concierto no tuve tiempo (ni caí en ello, la verdad) de sacar dinero para comprar el vinilo de su último disco. Una verdadera pena.
Pero me basta saber que ellos volverán y que yo volveré a asistir a otra de sus magníficas actuaciones.

Tras casi 2 horas, me despido de El Pichón y de sus amigos y me vuelvo bajo tierra a pillar el Metro e intentar llegar pronto a casa para poder dormir el máximo de tiempo, que esta mañana tenía que ir a Atocha a arreglar unos billetes de tren y otra vez el jaleo y la vorágine de la vida madrileña…y menos mal que quedan spikes y pichones que hacen que toda esta locura merezca la pena.



martes, 10 de noviembre de 2009

Seguros Mercado



Era sé una vez una Stratocaster pegada a una nariz.
Era sé una vez una nariz superlativa.

¿Y por qué lo de seguro?
Porque hacía muchos años que no tenía la oportunidad de ver al gran Rosendo Mercado en directo y he de decir que sigue siendo apuesta a caballo ganador.

Fue este pasado sábado 7 de Noviembre de 2009, en una Sala Gamma de Murcia, que estaba llena hasta la bandera.

Y fue basándose en un repertorio que incluía gran cantidad de temas clásicos de su discografía, pero sin descuidar la incorporación de algunos de los temas de sus 2 o 3 últimos álbumes.

¿Cómo estuvo Rosendo? A él se le ve muy bien. Sigue teniendo mucha presencia en el escenario, y es de los que nunca ha necesitado gran alarde de efectos luminotécnicos ni grandes coreografías. La guitara en sus manos hace ya mucho tiempo que dejó de ser un instrumento que lleva encima, para convertirse en un apéndice más del físico de Rosendo. Sí se nota que su voz no es la que era, pero suple potencia con estilo y maestría, y aquello funcionaba de veras.

Más cosas. Ha cambiado el formato de banda con el que se le conocía hasta no hace demasiado tiempo. Los teclados dejaron de tener protagonismo, para basarse ahora en una formación de voz y guitarra, bajo y batería. Un formato de trío que nos recuerda, sin duda, al que empleaban Leño. Creo que es un gran acierto. Desconozco si los motivos son económicos o artísticos, pero creo que algunos de aquello teclados se han quedado algo desfasados, y el rescatar este sonido más sencillo y directo hace que la apuesta sea mucho más atractiva y que siga sonando muy fresco.

No esperaba menos de él, y a mitad de actuación preguntó al público qué como había quedado su Atleti en el derby madrileño. Y puso cara cuando comprendió que la historia se había vuelto a repetir.

Entonces tenemos que Rosendo es un seguro, porque en tantas y tantas veces que lo he visto en directo, ni una sola vez ha ahorrado esfuerzo para darnos lo que esperamos sus seguidores.

Y también es seguro, como les decía antes, su repertorio. Esa noche sonaron, aparte de esos temas más nuevos que he mencionado y que encajan perfectamente entre sus clásicos, El Asa Del Cubo, la tremenda El Ganador (dedicada, una vez más, a su Carabanchel querido), Por Meter Entre Mis Cosas La Nariz, Borrachuzos, Agradecido, Pan De Higo, Bajo Cuerda…y de Leño nos dejó las impagables Maneras De Vivir y El Tren.

Por supuesto que nos faltaron muchas, pero todas las que nos dio fueron maravillosas.

Y es que este hombre ha puesto gran parte de la banda sonora de mi vida, y no puedo hacer otra cosa que agradecérselo cada vez que tengo ocasión.

Si pudiera contar la de veces que Encar y yo nos hemos despertado con sus cintas hace ya tantos años…fue una auténtica gozada recordar con ella esos días de universidad, cero dinero, pisos de estudiantes y tanto amor con toda aquella música.

Yo no podía ser más feliz en aquella época.

También recuerdo que la primera escapada que hicimos juntos fue ir a Dolores de Alicante a ver precisamente a Rosendo en concierto, y que pasamos la noche en la Estación de Autobuses de Alicante, y que un maldito guardia se empeñaba en despertarnos cada vez que cogíamos un poco el sueño en aquellos bancos.

Aquella noche Encar se cayó durante el concierto, y yo me enfadé con el suelo por ser tan poco delicado con ella.

En fin, que me dejé la voz y que me encantó volver a recitar todas aquellas letras que estaban guardadas en algún rincón de mi castigado cerebro.

Y todo en compañía de Encar.

Como siempre deseé que fuera.



Mira qué bien,
estacionar en el arcén,
mira qué bien,
tener siempre nada que hacer,
mira qué bien,
si tienes prisa, que te den,
mira qué bien,
siempre giñando y sin papel,
mira qué bien.

Cómo lo ves,
nunca tener que decidir,
cómo lo ves,
dentro de tu caparazón,
cómo lo ves,
no tener nada que decir,
cómo lo ves,
¿no se te parte el corazón?,
cómo lo ves.

Pero lo tienes claro,
como un juego de manos.

El asa del cubo,
si baja, subo
y te regalo una canción,
para ganarme tu atención,
una canción.

Quién eres tú,
sabes hacértelo muy bien,
quién eres tú,
motivo de conversación,
quién eres tú,
siempre jugándote la piel,
quién eres tú,
alguien que va a decir que no,
quién eres tú.

Soy un ladrón
que no se deja ver venir,
soy un ladrón
que no trabaja de salón,
soy un ladrón
que quiere hacerte sonreír,
soy un ladrón
que viene a darte la razón,
soy un ladrón.

Pero lo tienes claro,
como un juego de manos.

El asa del cubo,
si baja, subo
y te regalo una canción,
dentro de tu caparazón,
una canción,
¿no se te parte el corazón?
una canción.

El asa del cubo,
si baja, subo,
el asa del cubo,
si baja, subo.

Si baja, subo,
el asa del cubo,
si baja, subo,
si baja, subo,
si baja, subo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

El Manicomio de Arkham


Ahora voy a hablarles de trabajo.

Ya sé que no es muy grato, pero es que tengo que contarles algunas cosas sobre este juego: Batman Arkham Asylum.

Una gozada visual de arriba a abajo, que recoge toda la esencia y el espíritu del personaje de Bob Kane y Bill Finger. Y al decir espíritu, quiero decir que cuidan y respetan hasta el mínimo detalle la atmósfera de los cómics de la DC.

Aquí no vale el ataque desmelenado y escandaloso, cual escuadrón vikingo, aquí tienes que ser cauto, sigiloso, deslizarte entre las sombras…ser un misterioso héroe que a veces puede dar más miedo que el propio malo.

Así es Batman, bajo mi punto de vista.

La trama cosiste en que Joker se deja capturar para que Batman le traslade al Arkham Asylum, y que quede allí encerrado en una trampa mortal preparada para que el murciélago no vuelva a salir jamás (no les destripo nada con esto pues se sabe a los 2 minutos de estar jugando). A partir de ahí veremos deslizar a gran parte de los archienemigos que Batman ha ido coleccionando durante todos estos años.

Y les he hablado un poco más arriba de gozada visual, pero es que la jugabilidad es deliciosa. Divertido y muy muy trabajado en todos sus aspectos.

Otra curiosidad son los trucos que han metido para combatir las copias piratas. Copio y pego:

“Para combatir la piratería se incluyeron "errores" en la jugabilidad. Hay situaciones en las que el juego falla haciéndolas insolubles si el juego no es original. Por ejemplo, hay una situacion en la que para pasar un salón lleno de gas venenoso Batman debe planear. En las versiones piratas del juego la capa no se abre y Batman muere en cada intento.”


Para la versión PS3 (que es la que yo tengo) hay un modo para…jugar siendo el Joker!!!! Lo que lo hace más atractivo aún!!!

En el aspecto técnico, el motor Unreal Engine 3 es explotado de manera brillante, y a día de hoy no conozco a uno solo que haya jugado y que no se haya enganchado de inmediato.

Además, tenemos un apartado para poder recrearnos con los modelos del juego y una cuidadísima base de datos de cada uno de los personajes del Universo Batman que aparecen en el juego, que les aseguro que son muchos.

Tengo también en casa el Uncharted 2. Dicen que es el juego del año. De hecho dicen que ambos juegos son los mejores de los últimos meses. A esperas de que aparezca en una semana más o menos el Modern Warfare 2, el listón está altísimo.

En fin, que 100% recomendable para los jugones y para los que no lo son pero son capaces de apreciar arte en una disciplina como es la de los videojuegos.

Una gozada, de veras!!!