martes, 21 de diciembre de 2010

Canciones Del Inframundo

Esta mañana he puesto este disco que alaba las grandes “hazañas” de distintas familias mafiosas italianas, a través de las voces de distintos cantantes. Parece ser que se trata de una trilogía que recoge folklore italiano de esta guisa, y que fue un boom de ventas.

Está entretenido como curiosidad, aunque la Encar, cuando lo ha escuchado, creía que había verbena fuera.

A mí me ha servido para recordar los viajes al sur de Italia y a Sicilia. Creo que en este blog ya he hablado en alguna ocasión de aquellas visitas, y tampoco es plan de repetirse. Pero he recordado, por ejemplo, nuestra visita a Corleone, un pueblo con muy poca vida y que arrastra su leyenda gracias al libro de Mario Puzo y, sobretodo, a la fantástica trilogía (aunque a veces me pregunto si la tercera entrega se puede si quiera comparar a las otras dos cintas) El Padrino. Cuando llegamos al pueblo, un tipo nos estuvo siguiendo durante un buen rato. A veces se escondía, también disimulaba, pero más que un peligroso individuo, nos pareció un aburrido de la vida.

Más chocante fue nuestro encuentro en Palermo en aquel bar de no recuerdo qué barrio alto no recomendado en las guías turísticas, cuando nos encontramos a un personaje al que todo el que pasaba le hacía reverencias y le besaba y mostraba sus respetos.

El dueño del bar se empeñó en que nos quedáramos a comer, aunque yo no recuerdo ver comida en aquel extraño local, cuando fui a pagar las birras Peroni que nos habíamos zampado.

Salimos de allí, no sin agradecer reiteradamente su invitación, pensando que aquella era la mejor opción.

Qué gran tierra el sur italiano. No es el paraíso terrenal y, de hecho, aparecen extrañas sensaciones en ese ambiente hermético. Pero tiene un encanto especial, quizá por la decadencia propiciada por su triste realidad, aunque uno no sabe lo que es la vida si no ha visitado en alguna ocasión un mercado de Nápoles o de Palermo.

Y eso, que el disco es curioso, pero no algo que vaya a escuchar todas las semanas.

martes, 14 de diciembre de 2010

Buen Viaje, Morente

Definitivamente parece que el granadino nos ha dejado.

No voy ahora a alardear de ser un flamencólogo o algo parecido, porque nada más lejos de la realidad.

Pero sí que hay dos discos de Morente que me gustan especialmente. Uno es "Omega" que, sin duda, forma ya parte de la historia de la música de este país. Ese acercamiento o fusión entre Rock y Flamenco nunca había generado una obra tan magna. Y lo hizo con otros granadinos ilustres; Lagartija Nick.

Pero mi favorito no es este.

Mi favorito es "Sacromonte", pues recuerdo que en el piso de estudiantes me lo grabó mi amigo Míchel y yo lo escuchaba muchìsimo. Este amigo me llevó a varios recitales de flamenco, y así pude ver a El Lebrijano en su día, por ejemplo.

Y disfruté mucho aquello. Es cierto que mi interés por el Flamenco no fue mucho más allá, pero puedo recomendar un buen recital flamenco porque yo mismo los he disfrutado.

Ahora leo que la casa de Enrique Morente ha sido asaltada mientras estaba hospitalizado y leo que la familia denuncia negligencia médica.

Qué triste.

Me ha dado pena, como me suele apenar que cualquier artista nos deje. Así que un recuerdo para Morente y otro para Míchel, que seguro que está fastidiado. Ésta era la canción que más me gustaba de aquel "Sacromonte".

Buen viaje, Maestro.


Tiro tiré

Una rosa en un rosal
gasta mucha fantasía.
Viene el viento y la deshoja,
ya está la rosa perdía.
Una rosa en un rosal
gasta mucha fantasía.

Nena por tu cariño,
tu cariño morena
sabes que me estoy muriendo.
Y en vez de causarte pena
de mi amor te estás riendo.
Y nadie te querrá en el mundo
como yo te estoy queriendo.

Tatitotiro... taritotiro tiro tiro... tiro tiré.


domingo, 12 de diciembre de 2010

Días De Vino Y Lepra (y III): The End Of The Trilogy

No sé si mañana podré salir por fin a la calle y volver a estar acompañado, pero todo parece indicar que prácticamente solo quedan costras y picores.

Después, las costras descubrirán las marcas y secuelas que pudiera dejarme la enfermedad.

Me importa poco.

Lo que deseo es que acabe de una vez.

De hecho, con este post pongo fin a esta fascinante trilogía. Y, hablando de trilogías; éstos días los he aprovechado para echar una nueva ojeada a dos de mis favoritas: El Señor De Los Anillos y la clásica de Star Wars.

Las he vuelto a disfrutar.

Creo que en ambos casos la segunda película es la mejor, aunque mi favorita de todas es la primera entrega de La Guerra De Las Galaxias, pues es la primera película que vi en un cine y recuerdo perfectamente que mi padre nos llevó y que se quedó dormido mientras nosotros flipábamos. La segunda película que nos llevó a ver fue Grease, a la que también tengo un especial cariño pese a la ñoñez de la cinta.

Y además he tenido tiempo de pintar unas puertas y unas persianas de madera y a recibir noticias desde Madrid. Me convocaron a una reunión urgente (a la que naturalmente no puede asistir) en la que han anunciado que quieren cerrar nuestro departamento.

Parece ser que la idea es que algunos acepten el despido, otros entren en un régimen especial de suspensión de contrato temporal y otro pequeño grupo se quede para mantener bajo mínimos el departamento mientras se sigue buscando un "publisher" que saque los juegos para Wii y Nintendo DS terminados y que financie el prototipo de realidad aumentada que tenemos acabado para Play Station 3.

Pero está claro que Pocoyó nos manda al paro. Y a mí, particularmente, no me desagrada la idea de volver definitivamente a casa, pero naturalmente hay que negociar las condiciones y solamente han anunciado la intención. Las reuniones continuarán mañana.

Y respecto a músicas, pues hoy me han acompañado The Jam y su "In The City", un disco fresco y lleno de vitalidad, con un Paul Weller que ya destacaba como el gran compositor que és. “Art School” y la propia “In The City” son mis canciones favoritas de este disco. Mi edición es de 1977, por cierto. Buscando algún vídeo que colgar de ellos, he visto un viejo programa de la televisión inglesa en la que el gran Marc Bolan los presenta. Aunque al final no lo he incluído en esta entrada porque la canción no correspondía a este álbum.


Por otro lado, he saboreado una de las obras fundamentales del Rock And Roll: “Fillmore East” de The Allman Brothers Band. Tengo una preciosa edición en doble vinilo del mismo año en que salió el disco; 1971. Decidir escuchar este disco es algo parecido a ponerte uno de música clásica, y son tantos los pasajes musicales fascinantes que hay en él, que no voy a entrar en valoraciones. Muchas veces digo que este tipo de grandes bandas no son mis favoritas, pero si te dejas llevar por un disco grandioso como éste, tienes asegurados unos momentos en el paraiso.

Obra maestra.

viernes, 10 de diciembre de 2010

Dias De Vino Y Lepra (II): The Promise

Una nueva jornada en cuarentena.

La anterior terminó de una manera inesperada. Resulta que a partir de las 00:00 horas echaban por La 2 el extenso documental "The Promise: Darkness On The Edge Of Town", que nos muestra todo el proceso creativo del esencial disco de Springsteen & The E Street Band. Un repaso exhaustivo a toda su concepción, explicándonos la dificultad de superar el éxito de "Born To Run" haciendo un disco totalmente diferente, retrato de un momento en la vida de Bruce en la que nos quiere contar sus inicios, dónde se crió, cómo eran las fábricas, cómo los trabajadores, cómo se vivía en su New Jersey natal.

Conoceremos la penosa situación legal por la que no podían entrar en estudio, o cómo tardaron meses en encontrar el sonido de la batería, o cómo trabajaron cada tema, para luego desechar gran cantidad de composiciones. Incluso se puede apreciar la gran tarea que hay a nivel de Art Work y lo que significa hacer un disco como concepto global, algo que choca quizá con los tiempos de descargas que corren.

Todo esto se logra con muchísimo material del momento de la grabación, más los testimonios actuales de sus protagonistas. Las imágenes permanecieron guardadas en un cajón durante tres décadas. El propio Bruce reconoció haber olvidado su existencia hasta que hace diez años tuvo ocasión de reencontrarse con ellas. En Toronto, durante la presentación de The Promise, Springsteen es entrevistado por el actor Edward Norton y le confiesa la influencia de películas del momento como “Taxi Driver” y “Malas Calles” en el disco, ya que recogían también el pesimismo yankee de la época (poco tiempo transcurrido tras la derrota no aceptada de Vietnam, la recesión económica en la era de Jimmy Carter, etcétera).

Y tengo que destacar cómo nos encontramos a Springsteen, que es un chaval de 27 años, aunque parece menor en las imágenes, obsesionado por la composición y los detalles. Sin duda tuvo que ser claustrofóbico el darle forma a todo el disco, ellos aparecen desesperados en más de una ocasión.

Hay imágenes fantásticas, como la versión a capella de "Sherry Darling" , una de mis canciones favoritas de Bruce, que hacen Springsteen y Little Steven. Un tema que finalmente aparecería en el disco “The River”, y no en este “Darkness”.

Realmente me ha encantado y lo recomiendo al 100%.

Pero la enfermedad sigue su avance. Jamás pensé que mi piel pudiera cobijar un daño similar a las 10 plagas de Egipto.

Así que he escuchado un par de discos más que voy a comentar rápidamente, para no empezar a cansar.

Habrán comentado ya en sus casas, con sus seres queridos, que éstos días he tenido colgada por aquí la portada del “The Longest Day” de The Del Fuegos. En efecto, cada cierto tiempo me gusta escuchar este disco. Dicen que The Del Fuegos fue uno de los grupos que “salvó el Rock” allá por los 80´s , cuando el After-Punk y los sintetizadores lo azotaron fuerte, recuperando las raíces junto a otras grandes bandas como Long Ryders, Dream Syndicate o Jason And The Scorches. No sé si la cosa llega a tanto, pero desde luego que fueron un bocanada de aire fresco tras el vendaval punk, y que estamos hablando de atractivas bandas que nunca llegarían a llenar estadios, pero que ni falta que hace.

El otro disco que quería simplemente comentar que también está sonando es “Gold Against The Soul” de Manic Street Preaches, el segundo de la banda, aún con el tristemente desaparecido (y nunca encontrado) Richey James. Espectacular comienzo del álbum con “Sleepflower”, “From Despair To Where” y “La Tristesse Durera”. De la cara B me quedo con “Roses In The Hospital”, tema que espero no sea premonitorio sobre dónde acabaré tras este periplo por el mundo de la enfermedad ultra-contagiosa.

Y lo voy a dejar aquí. Hay más discos y más cosas que contar, pero prefiero pecar de prudente que de pesado.

Salud (yo, al menos, la necesito).

jueves, 9 de diciembre de 2010

Días De Vino Y Lepra (I): Strange Days

Extraños días.

La varicela ha ocupado toda mi piel y mis dos amores han tenido que dejarme solo para que no contagie a mi pequeño, que tiene apenas 20 días y no puede ser expuesto.

Me quedo separado del mundo por unos días, con mis discos y mis películas. Menos mal que éstos no se pueden contagiar, todo lo contrario, me levantan un poco el ánimo. Es un buen momento para darle un empujón a mi discografía en formato vinilo y disfrutarla todo lo que pueda.

Así que para empezar el repaso, nada mejor que el "Strange Days" de The Doors.

Mi relación con los Doors es tan atípica como el infectarme con este virus a los casi 40 años. Toda la vida me la he pasado rajando sobre ellos (me hizo mucho daño el ir al estreno de la película de Oliver Stone en su día, me llenó de prejuicios con el grupo), pero desde hace unos años mi opinión es totalmente diferente.

Y este "Strange Days" es uno de mis favoritos. Empezando por la portada, que quizá sea la que más me guste de todas las portadas de la historia que uno haya podido ver. En realidad la carpeta entera, pues la foto de contraportada es tan mágica como la frontal.

Y qué decir de la música, donde destaco especialmente piezas como "You´re Lost Little Girl", "Love Me Two Times" y "My Eyes Have Seen You". Sin embargo, "People Are Strange" es quizás el más popular de esta lista de grandes temas que componen el álbum.

Y, bueno, pese al título del post, no estoy bebiendo vino (aunque lo haré) y esto no es lepra, pero vaya si se parece.

Buffalo Springfield: Buffalo Springfield

Otro disco que he recuperado del olvido. Sigo siendo un gran desconocedor del legado de Neil Young (me supera su gigantesca obra, me da vértigo, nunca sé por donde empezar) y más en en la etapa de los 60, así que le he pegado una merecido escucha a este LP.

Me entran mejor los temas firmados por el canadiense que los que firma Stephen Stills (exceptuando, probablemente, "For What It´s Worth" y "Leave") y, en líneas generales, disfruto el disco, pese a no estar entre mis favoritos.

De momento estoy con estos dos clásicos, ya les iré narrando éstos días las joyitas que voy recuperando, pero acaba de llegar el músico de la cabra y se ha instalado a tocar terribles villancicos con su organillo debajo de mi ventana y se me ocurren tres opciones: o espero a que se largue, o me quito la vida, o me abalanzo sobre el maldito y le contagio esta mierda.

Seremos pacientes.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Spartacus

Bajo este título podría hablar de aquella cafetería cartagenera que regentaba la simpática Merche y el mala follá de Pepe Leches y en la que nos tomamos muchas cervezas y donde vencí una y otra vez al mus, agrandando mi leyenda de magnífico jugador.

Pero no, lo que voy a comentar es mi devoción por la película de Kubrick, que sería mi favorita de él si no hubiera rodado La Naranja Mecánica, cosa que hace que no me decante por ninguna de las dos en particular.

Y, como todos los años, la vuelven a poner en TV. No falla.

Aún teniéndola en DVD, la he vuelto a visionar y he recordado porqué le tengo tanto cariño a este film. La razón principal es la mirada de Douglas. Cuando mira insolente, cuando mira desafiando...jamás hubo una mirada tan libre en la historia del cine.

Otra cosa que me encanta es la historia, desde luego, romántica como pocas. Y otra imprescindible son Charles Laughton y Peter Ustinov (especialmente el diálogo en el que ensalzan la obesidad).

De todos es conocida la escena censuradísima en su día entre Laurence Olivier y Tony Curtis y el tema de las ostras y los caracoles. La verdad es que ahora mismo parece casi cómico, pero imagino que en el 60 fue poco menos que pornográfico.

Investigando un poco descubro que las batallas fueron rodadas en las afueras de Madrid, y que los extras que hacían de legionarios eran soldados españoles...y pienso; jamás un ejército sirvió para tanto...también descubro que Kubrick utilizó enanos y mancos con prótesis para simular desmembramientos convincentes...qué jodidamente imaginativo es el cine!!!

En fin, que ahora que la varicela se ha apoderado de mi cuerpo, qué mejor momento para esclafarte en el sofá con cientos de erupciones y unos grados de más de temperatura y volver a sentir la magia del cine con mayúsculas.

Y, por supuesto...yo soy Espartaco...yo soy Espartaco...yo soy Espartaco...


Craso: ¿Te reprimes de todo vicio para respetar las virtudes morales?
Antonino: Sí, amo.
Craso: ¿Comes ostras?
Antonino: Cuando las tengo, amo.
Craso: ¿Comes caracoles?
Antonino: No, amo.
Craso: ¿Consideras moral comer ostras e inmoral el comer caracoles?
Antonino: No, amo. Claro que no.
Craso: Cuestión de gustos, ¿no?
Antonino: Sí, amo.
Craso: Y el gusto no es lo mismo que el apetito, y por tanto no se trata de una cuestión de moralidad, ¿no es así?
Antonino: Podría verse de esa manera, amo.
Craso: Es suficiente. Mi toga, Antonino. Mi gusto incluye... tanto los caracoles como las ostras.