viernes, 5 de junio de 2009
Social Distortion Y Buena Compañía
Aún tengo cosas que arreglar, como este pelo a lo Michael Landon en “Autopista Hacia el Cielo” que llevo ahora mismo, pero lo más difícil parece estar hecho. Naturalmente, estoy hablando de mi crisis de los 40/50. Gracias a que estos últimos días hemos estado muy junticos la Encar y yo y gracias al concierto de anoche, creo que voy superando este bache.
Porque sí. Anoche fuimos Dioni y un amigo suyo y Bocinante y yo a ver a los Social Distortion, que celebran 30 años en la carretera. Solamente los había visto una vez, hace unos años en el mejor Azkena Rock Festival que mi mente recuerda. En aquella ocasión, para mi gusto, les ganaron la partida Queens Of The Stone Age, pese a que prefiero a los Social.
Ahora quería verlos en sala, a ver qué tal defendían la tremenda colección de canciones que nos han ofrecido estas décadas, y soñaba con un concierto brutal. La verdad es que la cosa se quedó a medio gas, como en aquella ocasión en el Azkena. Pero la parte de culpa de ellos es que solo tocaron una hora y veinte minutos, que nos supo a poco. La otra gran razón para que no haya sido el concierto de nuestra vida es, una vez más, el sonido. Parece que hayan desaparecido de la faz de la tierra todos los grandes responsables de sonido de los conciertos. Algún extraño virus ha acabo con ellos.
De todas formas, el concierto lo disfruté mucho. Faltan canciones en el set list, pero no sobra ninguna. El problema es, insisto, en que tenían que haber hecho cinco temas más y la nota habría subido muchísimo.
Es curioso este Mike Ness, el líder de la banda. El tipo ofrece esa imagen de que cuando tú ibas él ya volvía, y es cierto que eso llena ya gran parte del escenario (para mí es el Marlon Brando del Rock And Roll). Un vacilón con clase. Uno de los problemas del sonido fue, precisamente, la voz. Si reconocemos que no es el mejor cantante del mundo y encima el técnico no consigue sacarle fruto, pues tenemos un problema. Pero bueno, insisto en que me gustaron mucho, pese a que uno puede llegar a pensar que estos tipos pasan de demostrar lo buenos que son.
Estuvimos fuera de la Rivi (le estoy perdiendo fe a esta sala) un ratillo tomando unas latas de Fanta (o era cerveza?) y cuando entramos a la sala ya habían terminado todos los teloneros (nos perdimos a Sex Museum, una putada. Hay una extraña maldición con esta gente. Son de Malasaña pero, por una razón u otra, nunca los he visto en Madrid). Había bastante gente pero se estaba cómodo. Acudió un montón de híbridos entre punks y rockers, y el nivel de tatuados era elevadísimo. Y salieron a romper. Con los tres primeros temas se ganaron ya a la gente, que tampoco sería demasiado exigente durante todo el bolo. Ness, sin necesidad de sudar como Camacho en Corea, se lleva toda la atención y podemos decir que va sobrado.
Van sonando los temas (Don´t Drag Me Down, Highway 101, Story Of My Life, Sick Boys…) y soy de los que piensan que ésta es de las pocas bandas que tienen lo mejor de su discografía en los últimos tres discos, no en los primeros, y me da un poco de pena que no expriman más esos trabajos (echo de menos especialmente la canción “Angel´s Wings”, mi favorita de ellos), pero pienso, una vez más, que no sobra nada.
Estuvimos ladeados en un principio, pero enseguida nos movimos hacia el centro de la pista, buscando mejores sonidos. Algo mejoramos, desde luego. Bocinante se despidió de nosotros para ir a bailar unos pogos, que llevaba exceso de energía y quería quemarla. Volvió sano, salvo y sudado.
Y cuando mejor estábamos, la cosa se terminó. Es una pena, pero me quedo con haber tenido oportunidad de ver a tan magna banda en una sala. Y mira que yo les empecé a prestar atención hace unos 6 años o así solamente, pero me flipa este grupo. De mis favoritos.
Así que, Rock And Roll, elevación del estado de ánimo y promesa entre Dioni, Boci y yo de que tenemos que retomar (¿alguna vez lo hemos dejado?) el tema conciertero, que nos mola y que lo echamos de menos.
Ese es el propósito.
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Una de las bandas de mi vida. Por lo que veo el concierto fue bastante parecido al de Barcelona. Buen concierto pero lejos del nivel estratosférico de Ness y los suyos. Suerte que servidor los pudo ver en la gira de WHITE TRASH, WHITE HEAT, WHITE LIGHT en un par de ocasiones. Tocaron en el GARATGE CLUB de Barcelona dos veces, separadas por unos seis meses, en la misma gira. Con el fallecido Danell a la guitarra y con la bestia Biscuits a la batería. Dos de los conciertos más grandes que servidor ha podido presenciar. Un saludo.MANEL
ResponderEliminarAquello tuvo que ser increíble. Son una banda enorme, esa es la verdad. Me conformo con las dos veces que los he visto (espero que no sean las únicas, claro), pero no puedo imaginar el verlos en la gira de ese imprescindible disco.
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