domingo, 9 de agosto de 2009

Willy ha salido un momento


Y vaya añico llevamos.

Se van yendo poco a poco muchos de esos artistas con los que hemos crecido, y es que el tiempo no perdona.

Ahora le ha tocado el turno a Willy DeVille.

Si hacen una búsqueda sobre él, encontrarán que se llamó en sus comienzos Mink DeVille, y que era habitual de la escena neoyorkina de los 70´s, cuando el CBGB empezaba a construir su leyenda, a base de actuaciones de The Ramones, Blondie, The Dictators, Patti Smith o los maravillosos Dead Boys de Stiv Bators, por citar solamente a algunos.

También encontrarán que fue conocido por su mezcla de ritmos Rock, R&B, blues, el dixieland de New Orleans y recogiendo la influencia francesa de Louisiana (cajun), pues está claro que el punk se le quedó pequeño a la hora de ir dando rienda suelta a su inspiración a lo largo de los años. Tampoco olvidemos las influencias mexicanas y latinas, claro.

Y si me preguntan a mí les diré que siempre me encandiló su clase y estilo. Por lo que veía en fotos, vídeos y por la música que le escuchaba, para mí era de esos tipos que van desprendiendo autenticidad.

También les diría que solamente tuve ocasión de verlo en directo en el Teatro Circo de Cartagena, hace unos pocos años. Mi recuerdo del concierto es de cierta tensión al principio, por un amago de pelea que hubo. Un follón que prefiero no recordar. Pero la actuación en sí, fue mágica. Con la voz rota, sentado en un taburete y dándonos todo un recital de preciosas canciones cantadas con el corazón.

Me ha dado mucha pena, la verdad. Le tenía un aprecio especial. Y ahora me arrepiento de no haber asistido a más conciertos suyos, ya que se prodigaba con cierta regularidad por nuestros escenarios.

No sabría qué tema destacar, pero para mí es especialmente preciosa la versión que hace del Spanish Harlem de Ben E. King, porque la hace totalmente suya.

Se ha pirado DeVille, nos ha dejado las camisas de volantes, el bigotillo, el tupé y las patillas, ese aire de bandido latino y todo ese arte, y ahora el mundo es un sitio bastante más horrible.