sábado, 12 de diciembre de 2009

Visitando la Escuela De Medicina De Guantánamo


Hay tipos cuya actitud con el paso de los años le sirven a uno para creer en las ideas y en los modos de vida consecuentes. En el ámbito musical tenemos algunos ejemplos. En casa diría que Evaristo sin dudarlo, aunque hay más. Y en los USA, para asombro de algunos, también los hay. Pienso en Henry Rollins y pienso en el hombre que nos ocupa; Mr Jello Biafra.

El ex-líder de Dead Kennedys (a los que acusa de falsos y vendidos en cuanto tiene ocasión, ya que el grupo sigue funcionando, pero han dejado atrás todo el componente ideológico que aportaba Biafra) visitaba Madrid y tuve la oportunidad de estar allí y de vivir una experiencia muy especial; por lo que nos ofreció y porque jamás pensé que tendría la oportunidad de verlo en directo (entre otras cosas, porque creía que estaba solamente involucrado al 100% en sus performances de “Spoken Word”).

Tenemos que recordar la trayectoria de Jello. Militante en muchos frentes, como mienbro del Partido Verde, azote de Schwarzenegger y encabezando protestas exigiendo jucios contra la Administración Bush, activista de los movimientos anti-belicistas y pro-derechos civiles y de desobediencia civil. Llegó incluso a presentarse a unas elecciones por San Francisco en las que, entre otras cosas, incluyó un punto en su programa político que exigiría retirar las tropas de Irak, establecer un sistema de elección popular de las diferentes policías (propuesta revolucionario donde las haya), acercarse a Chávez, legalizar las drogas, e incluso obligar a los banqueros a ir a trabajar vestidos de payaso, o algo por el estilo. Por cierto, sus resultados electorales fueron muy buenos pero, sobretodo, se habló de él en los medios y reforzó su imagen de agitador social.

Una propuesta suya para que se evite la perpetuación del presidente en su cargo: "seguir el ejemplo de un líder mundial que realmente admiro, el Papa Juan Pablo I. Llegó a la cima y murió treinta días después. Quizá es los que deberíamos hacer con la oficina del presidente. 'Bien, puedes ser presidente, pero a los 30 días fuera'", proclama.

Y sobre el escenario lo sigue dando todo. Pero todo todo. A mis 16 años ya me hubiera gustado estar como él a los 51. Tremendo despliegue de energía. No desperdició la oportunidad de hablarnos de temas de actualidad perpetua a través de sus canciones y con sus charletas entre éstas. La banda, la Guantanamo School of Medicine, suena de lujo, con esas guitarras chirriantes que se meten en el cerebro y te noquean sin piedad. Y de voz anda tan bien como siempre. El set-list estaba compuesto tanto por canciones de su último disco como temas ya eternos de los Dead Kennedys, entre los que sobresalieron, como no podía ser de otra forma; California Über Alles y Holidays In Cambodia.

Insisto, un espectáculo total alucinógeno, que te da que pensar y que, al menos en mi caso, me produce una doble satisfacción por ver que a ciertas edades aún se pueden hacer muchas cosas y seguir viviendo sin renunciar a tus principios ni traicionando tus ideales.

PD: como curiosidad, he encontrado el significado de su nombre y me ha parecido interesante: "es una combinación de la marca Jell-O y del nombre del país de corta duración de Biafra que intentó separarse de Nigeria en 1966. Después de cuatro años de lucha y horrenda hambruna, Nigeria retomó el control del naciente estado de Biafra. Jello Biafra creó su nombre como una combinación irónica de un comestible nutricionalmente pobre producido masivamente y de una hambruna masiva", según Wikipedia.

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Spikes y Pichones


Un día movido.
De primeras tengo que ir en ayunas al trabajo porque toca reconocimiento médico. Medio desmayado, en estado semicomatoso, recorro a eso de las 9:20 de la madrugada la Calle Libertad desde el Metro Chueca hasta la oficina para dejar las cosas en mi asiento y ponerme en la cola para entrar en la furgoneta-hospital donde nos tienen que hacer la revisión.

La humanidad es tan deprimente que incluso entre compañeros de trabajo hay quien se cuela como si los demás no estuviésemos también hasta las narices de esperar. Así pues, se recogen escenas de cierta tensión entre supuestos compañeros antes de que el enfermero proceda a extraerme sangre, y tras más de media hora de espera.

Después de esto, nos citan para más tarde tomarnos la tensión, auscultarnos con un estetoscopio moderno, aunque por encima de la camiseta (!!!), y luego mentiré cuando me preguntan si tomo drogas y, lo más interesante, me hacen una prueba de oídos.

Todo perfecto!

El tipo dice que estoy preparado para rockear. Podré escuchar a The Quireboys como se merecen. Creo recordar que es la tercera vez que disfruto de esta banda en directo, y quiero que todo vaya bien.

Quedo para comer con El Pichón, que ha venido de Barna a unas cosas de curro y, afortunadamente, su visita coincide con la de Spike y sus chicos.

Después de comer me reincorporo al trabajo y a eso de las 18:30 ya salgo disparado para casa. Cojo las cosas del curso y me voy a CICE a seguir con el curso de MAYA.

Dos horas intensas de NURBS, polígonos y modelados varios.

Después salgo corriendo y pillo el Metro Diego de León que me llevará directamente a Gran Vía.

Allí corro a la Sala Sol y me espera El Pichón, que ya ha tenido tiempo de conocer brevemente al cantante (se encuentra con Spike en la puerta de la sala) y ya ha encontrado a tres amigos de Valladolid y Cartagena con los que no había quedado (recordarán a El Pichón de las crónicas del viaje a Londres, donde desplegó su exagerado don de gentes. Para que vean que en cuanto lo dejo solo un rato, la lía parda).

Así que después de todo el jaleo, por fin estoy en la sala y el concierto empieza 5 minutos después de llegar.

Perfecto.

La sala está llena y ellos salen a matar.

La primera vez que los vi fue en la Sala Canciller, en la gira del “A Little Bit of What You Fancy”, el más laureado de sus álbumes. De hecho, ésta es la gira del 20 aniversario de ese maravilloso disco. La respuesta inglesa a Guns And Roses, como promocionaban en su día, sigue siendo, a diferencia de Axl y sus experimentos y excentricidades, un grupo de gente abanderada por Spike que rebosa autenticidad por los cuatro costados. La entrega y el amor a la música son totalmente palpables cuando están sobre las tablas.

Yo siempre vi en ellos mucho más que una respuesta a los Guns. Muchísimo más.

Y creo que tocaron todo el “A Little…”, pues recuerdo las imprescindibles 7 O'Clock, I Don't Love You Anymore, Sex Party y Hey You. También mis favoritas; Misled y Roses and Rings. Y también otros temazos como Sweet Mary Ann, Whippin' Boy, Take Me Home Tonight, There She Goes Again…en fin, un repertorio que tira de espaldas.

Dieron oportunidad a algún tema que ya tocaron la última vez que los vi, como This Is Rock And Roll y al "nuevo" Mona Lisa Smiled.

Y el pirata Spike nos fue deleitando con esa voz y ese estilo que tanto le debe a los Faces de Rod Stewart y que tanto nos gustan. Este pirata sigue igual que siempre, Jack Daniels en mano, vendiendo ahora sus discos solamente en sus conciertos, tocando en salas de pequeña y mediana capacidad, pero dándolo todo, tal y como hacía 20 años atrás. Es un verdadero placer seguirles y disfrutar con ellos después de tanto tiempo.

Como fui a toda ostia al concierto no tuve tiempo (ni caí en ello, la verdad) de sacar dinero para comprar el vinilo de su último disco. Una verdadera pena.
Pero me basta saber que ellos volverán y que yo volveré a asistir a otra de sus magníficas actuaciones.

Tras casi 2 horas, me despido de El Pichón y de sus amigos y me vuelvo bajo tierra a pillar el Metro e intentar llegar pronto a casa para poder dormir el máximo de tiempo, que esta mañana tenía que ir a Atocha a arreglar unos billetes de tren y otra vez el jaleo y la vorágine de la vida madrileña…y menos mal que quedan spikes y pichones que hacen que toda esta locura merezca la pena.



martes, 10 de noviembre de 2009

Seguros Mercado



Era sé una vez una Stratocaster pegada a una nariz.
Era sé una vez una nariz superlativa.

¿Y por qué lo de seguro?
Porque hacía muchos años que no tenía la oportunidad de ver al gran Rosendo Mercado en directo y he de decir que sigue siendo apuesta a caballo ganador.

Fue este pasado sábado 7 de Noviembre de 2009, en una Sala Gamma de Murcia, que estaba llena hasta la bandera.

Y fue basándose en un repertorio que incluía gran cantidad de temas clásicos de su discografía, pero sin descuidar la incorporación de algunos de los temas de sus 2 o 3 últimos álbumes.

¿Cómo estuvo Rosendo? A él se le ve muy bien. Sigue teniendo mucha presencia en el escenario, y es de los que nunca ha necesitado gran alarde de efectos luminotécnicos ni grandes coreografías. La guitara en sus manos hace ya mucho tiempo que dejó de ser un instrumento que lleva encima, para convertirse en un apéndice más del físico de Rosendo. Sí se nota que su voz no es la que era, pero suple potencia con estilo y maestría, y aquello funcionaba de veras.

Más cosas. Ha cambiado el formato de banda con el que se le conocía hasta no hace demasiado tiempo. Los teclados dejaron de tener protagonismo, para basarse ahora en una formación de voz y guitarra, bajo y batería. Un formato de trío que nos recuerda, sin duda, al que empleaban Leño. Creo que es un gran acierto. Desconozco si los motivos son económicos o artísticos, pero creo que algunos de aquello teclados se han quedado algo desfasados, y el rescatar este sonido más sencillo y directo hace que la apuesta sea mucho más atractiva y que siga sonando muy fresco.

No esperaba menos de él, y a mitad de actuación preguntó al público qué como había quedado su Atleti en el derby madrileño. Y puso cara cuando comprendió que la historia se había vuelto a repetir.

Entonces tenemos que Rosendo es un seguro, porque en tantas y tantas veces que lo he visto en directo, ni una sola vez ha ahorrado esfuerzo para darnos lo que esperamos sus seguidores.

Y también es seguro, como les decía antes, su repertorio. Esa noche sonaron, aparte de esos temas más nuevos que he mencionado y que encajan perfectamente entre sus clásicos, El Asa Del Cubo, la tremenda El Ganador (dedicada, una vez más, a su Carabanchel querido), Por Meter Entre Mis Cosas La Nariz, Borrachuzos, Agradecido, Pan De Higo, Bajo Cuerda…y de Leño nos dejó las impagables Maneras De Vivir y El Tren.

Por supuesto que nos faltaron muchas, pero todas las que nos dio fueron maravillosas.

Y es que este hombre ha puesto gran parte de la banda sonora de mi vida, y no puedo hacer otra cosa que agradecérselo cada vez que tengo ocasión.

Si pudiera contar la de veces que Encar y yo nos hemos despertado con sus cintas hace ya tantos años…fue una auténtica gozada recordar con ella esos días de universidad, cero dinero, pisos de estudiantes y tanto amor con toda aquella música.

Yo no podía ser más feliz en aquella época.

También recuerdo que la primera escapada que hicimos juntos fue ir a Dolores de Alicante a ver precisamente a Rosendo en concierto, y que pasamos la noche en la Estación de Autobuses de Alicante, y que un maldito guardia se empeñaba en despertarnos cada vez que cogíamos un poco el sueño en aquellos bancos.

Aquella noche Encar se cayó durante el concierto, y yo me enfadé con el suelo por ser tan poco delicado con ella.

En fin, que me dejé la voz y que me encantó volver a recitar todas aquellas letras que estaban guardadas en algún rincón de mi castigado cerebro.

Y todo en compañía de Encar.

Como siempre deseé que fuera.



Mira qué bien,
estacionar en el arcén,
mira qué bien,
tener siempre nada que hacer,
mira qué bien,
si tienes prisa, que te den,
mira qué bien,
siempre giñando y sin papel,
mira qué bien.

Cómo lo ves,
nunca tener que decidir,
cómo lo ves,
dentro de tu caparazón,
cómo lo ves,
no tener nada que decir,
cómo lo ves,
¿no se te parte el corazón?,
cómo lo ves.

Pero lo tienes claro,
como un juego de manos.

El asa del cubo,
si baja, subo
y te regalo una canción,
para ganarme tu atención,
una canción.

Quién eres tú,
sabes hacértelo muy bien,
quién eres tú,
motivo de conversación,
quién eres tú,
siempre jugándote la piel,
quién eres tú,
alguien que va a decir que no,
quién eres tú.

Soy un ladrón
que no se deja ver venir,
soy un ladrón
que no trabaja de salón,
soy un ladrón
que quiere hacerte sonreír,
soy un ladrón
que viene a darte la razón,
soy un ladrón.

Pero lo tienes claro,
como un juego de manos.

El asa del cubo,
si baja, subo
y te regalo una canción,
dentro de tu caparazón,
una canción,
¿no se te parte el corazón?
una canción.

El asa del cubo,
si baja, subo,
el asa del cubo,
si baja, subo.

Si baja, subo,
el asa del cubo,
si baja, subo,
si baja, subo,
si baja, subo.

lunes, 2 de noviembre de 2009

El Manicomio de Arkham


Ahora voy a hablarles de trabajo.

Ya sé que no es muy grato, pero es que tengo que contarles algunas cosas sobre este juego: Batman Arkham Asylum.

Una gozada visual de arriba a abajo, que recoge toda la esencia y el espíritu del personaje de Bob Kane y Bill Finger. Y al decir espíritu, quiero decir que cuidan y respetan hasta el mínimo detalle la atmósfera de los cómics de la DC.

Aquí no vale el ataque desmelenado y escandaloso, cual escuadrón vikingo, aquí tienes que ser cauto, sigiloso, deslizarte entre las sombras…ser un misterioso héroe que a veces puede dar más miedo que el propio malo.

Así es Batman, bajo mi punto de vista.

La trama cosiste en que Joker se deja capturar para que Batman le traslade al Arkham Asylum, y que quede allí encerrado en una trampa mortal preparada para que el murciélago no vuelva a salir jamás (no les destripo nada con esto pues se sabe a los 2 minutos de estar jugando). A partir de ahí veremos deslizar a gran parte de los archienemigos que Batman ha ido coleccionando durante todos estos años.

Y les he hablado un poco más arriba de gozada visual, pero es que la jugabilidad es deliciosa. Divertido y muy muy trabajado en todos sus aspectos.

Otra curiosidad son los trucos que han metido para combatir las copias piratas. Copio y pego:

“Para combatir la piratería se incluyeron "errores" en la jugabilidad. Hay situaciones en las que el juego falla haciéndolas insolubles si el juego no es original. Por ejemplo, hay una situacion en la que para pasar un salón lleno de gas venenoso Batman debe planear. En las versiones piratas del juego la capa no se abre y Batman muere en cada intento.”


Para la versión PS3 (que es la que yo tengo) hay un modo para…jugar siendo el Joker!!!! Lo que lo hace más atractivo aún!!!

En el aspecto técnico, el motor Unreal Engine 3 es explotado de manera brillante, y a día de hoy no conozco a uno solo que haya jugado y que no se haya enganchado de inmediato.

Además, tenemos un apartado para poder recrearnos con los modelos del juego y una cuidadísima base de datos de cada uno de los personajes del Universo Batman que aparecen en el juego, que les aseguro que son muchos.

Tengo también en casa el Uncharted 2. Dicen que es el juego del año. De hecho dicen que ambos juegos son los mejores de los últimos meses. A esperas de que aparezca en una semana más o menos el Modern Warfare 2, el listón está altísimo.

En fin, que 100% recomendable para los jugones y para los que no lo son pero son capaces de apreciar arte en una disciplina como es la de los videojuegos.

Una gozada, de veras!!!

martes, 27 de octubre de 2009

Gomorra


Un libro que comienza describiéndote la experiencia de un gruista que está manipulando un container en el puerto de Napoli, y que con el balanceo éste se abre y empieza a vomitar decenas de cadáveres de chinos que habían pagado al "Sistema" para que se les enterrase en su tierra, no puede ser un libro que te deje indiferente.

Este libro, que se hizo muy famoso hace un par de años más o menos, cayó en mis manos hace unos meses, pero es ahora cuando estoy en plena fase devoradora.

Aún no lo he terminado, pero me veo ya en disposición de hablarles de él. Hay una película que, según tengo entendido, no le hace nada de justicia al libro. Una suerte de “Ciudad de Dios” a la italiana que no termian de cuajar.

Es impresionante cómo Roberto Saviano nos descifra los pormenores del sistema económico y organizativo de la Camorra napolitana. Un trabajo escrupuloso pero que no hace que el libro pierda pulso emocional pues, aunque a veces lo parezca, no es un frío informe sociológico, es toda una experiencia de vida extrema.

La mayor parte del libro se desarrolla en Secondigliano, barrio del norte de Napoli, que alcanzó en los años noventa el record mundial de homicidios por habitante.

He leído por ahí que los habitantes de este barrio dicen que cuando se calme lo de Irak y lo de Afganistán, Secondigliano volverá a ser el barrio más peligroso del mundo. Ni favelas ni guetos sudafricanos. Secondigliano marca la diferencia en esa lamentable carrera de cifras de asesinatos.

El libro, como les digo, es apasionante. Nos enseña cómo las distintas organizaciones criminales italianas dominan todo. Cómo las grandes firmas de moda italianas se benefician de los inmensos talleres clandestinos que controlan las mafias, cómo son los contactos con las mafias del este, o cómo abrieron mercados antes los capos en China que el propio gobierno del país.

Pero no solo nos ofrece esta visión amplia de las cosas. También nos obsequia con historias personales. Deprimentes historias casi todas, para que mentir. Porque por mucho que me gusten las películas de mafiosos, leyendo esto te das cuenta de lo cruel y horrible que es esta gente.

Pero eso no quita que sea muy interesante conocer la compleja organización social de éstos grupos, cómo funcionan y cómo se promociona la gente dentro de ellos. Cómo reclutan a los niños, cómo es una guerra entre clanes, qué significa para ellos el poder y cómo viven, matan y mueren.

Un apunte más. Tuve la suerte, hace unos años, de viajar a Napoli. Ya en la misma Italia, le decía a la gente de allí que esa ciudad me había parecido más fascinante incluso que Roma. De hecho, siempre la cito como la ciudad que más me ha gustado de las que he visitado. El Vesubio, Pompeya, la Bahía de Napoli, el Barrio Español (que aparece varias veces en el libro) que es donde nos alojábamos, la catacumbas, los mercados, el caos reinante, la fe eterna a Maradona, el bullicio constante…un sitio inolvidable y maravilloso. Pero leyendo el libro te das cuenta de qué tipo de vida paralela se esconde debajo de todas esas cosas. Soy consciente que muchas de ellas no llamarían la atención a la mayoría de turistas, pero yo disfrutaba tomando una birra Peroni sentado en la acera, mientras miraba como negociaban en el mercado o como una familia sacaba la mesa y las sillas a la calle para ponerse a cenar al fresco.

Parecidas sensaciones, aunque menos intensas, tuve años después en Sicilia. Quizá porque el carácter siciliano me parece más cerrado.

Napoli o Sicilia son muy especiales, aunque no para todos los públicos.
Pero el libro sí que lo es.
Fascinante.

lunes, 14 de septiembre de 2009

Mayeando Duro


Empiezo una nueva aventura.

Durante el pasado cuatrimestre realicé un curso introductorio de MAYA 8.5, y he decidido invertir todo este año en formarme profesionalmente en el manejo de este vasto software.

La decisión supone 10 largos meses de trabajo extra después de la jornada laboral, más las horas que pueda echarle en casa, que tienen que ser muchas.

Va a ser un año duro, en el que tendré poco tiempo para otras actividades que no sean tirar hacia delante con esta apuesta, pero espero tener compensación optando a futuros puestos de trabajo lejos de Madrid o, mejor dicho, más cerca de casa. Esa ilusión es la que me dará energía. El precio es alto porque podré pasar menos tiempo con Encar, pero vamos a echar toda la carne al asador.

No creo que Pixar llame nunca a mi puerta, pero yo voy a pensar que todo es posible.

Y mientras, seguiremos sacando videojuegos.

Buena suerte a todos en el curso que empieza!!!

domingo, 9 de agosto de 2009

Willy ha salido un momento


Y vaya añico llevamos.

Se van yendo poco a poco muchos de esos artistas con los que hemos crecido, y es que el tiempo no perdona.

Ahora le ha tocado el turno a Willy DeVille.

Si hacen una búsqueda sobre él, encontrarán que se llamó en sus comienzos Mink DeVille, y que era habitual de la escena neoyorkina de los 70´s, cuando el CBGB empezaba a construir su leyenda, a base de actuaciones de The Ramones, Blondie, The Dictators, Patti Smith o los maravillosos Dead Boys de Stiv Bators, por citar solamente a algunos.

También encontrarán que fue conocido por su mezcla de ritmos Rock, R&B, blues, el dixieland de New Orleans y recogiendo la influencia francesa de Louisiana (cajun), pues está claro que el punk se le quedó pequeño a la hora de ir dando rienda suelta a su inspiración a lo largo de los años. Tampoco olvidemos las influencias mexicanas y latinas, claro.

Y si me preguntan a mí les diré que siempre me encandiló su clase y estilo. Por lo que veía en fotos, vídeos y por la música que le escuchaba, para mí era de esos tipos que van desprendiendo autenticidad.

También les diría que solamente tuve ocasión de verlo en directo en el Teatro Circo de Cartagena, hace unos pocos años. Mi recuerdo del concierto es de cierta tensión al principio, por un amago de pelea que hubo. Un follón que prefiero no recordar. Pero la actuación en sí, fue mágica. Con la voz rota, sentado en un taburete y dándonos todo un recital de preciosas canciones cantadas con el corazón.

Me ha dado mucha pena, la verdad. Le tenía un aprecio especial. Y ahora me arrepiento de no haber asistido a más conciertos suyos, ya que se prodigaba con cierta regularidad por nuestros escenarios.

No sabría qué tema destacar, pero para mí es especialmente preciosa la versión que hace del Spanish Harlem de Ben E. King, porque la hace totalmente suya.

Se ha pirado DeVille, nos ha dejado las camisas de volantes, el bigotillo, el tupé y las patillas, ese aire de bandido latino y todo ese arte, y ahora el mundo es un sitio bastante más horrible.

martes, 14 de julio de 2009

Papá Fogerty nos alegra el verano...y la vida!!!


Intensísimo fin de semana musical nos ha tocado vivir.

Como plato fuerte el viernes 10 en San Javier con el primer concierto en este país del grandísimo John Fogerty, uno de los mejores compositores del Siglo XX sin ningún género de dudas.

La expectación era mucha y el “sold out” estaba garantizado desde hace semanas.

Jamás pensé que podría ver algún día al alma mater de la Creedence Clearwater Revival, una banda que forma parte de la historia de los USA, y que tiene entre su legado muchísimos hits. De hecho, la mayoría de grupos daría media vida por tener uno de éstos hits, mientras que ellos los fabricaban a puñados.

La expectación era máxima y el público, que en su mayoría ya no cumplirá los 40, rebosaba emoción, sabiéndose testigos de una cita histórica.

Y aparece Fogerty.

Resaltemos la simpatía y las ganas con las que salió a escena. Recuerdo una simpática anécdota cuando mandó bajar desde su asiento a uno que llevaba una pancarta para saludarle personalmente. A todo esto, la banda se llega a poner con cinco guitarras más el bajo en algunos compases del concierto. En algún momento me sobró alguna guitarra y me hubiera gustado más contundencia, pero es cierto que estábamos muy escorados y que tampoco pudimos escuchar el concierto como la ocasión merecía.

Empezó con “Hey, Tonight” (qué pocas bandas pueden arrancar con un temazo como este!!!), para seguir con “Green River” y “Susie Q”. Me gustaron especialmente “Proud Mary”, “Looking Out My Back Door”, “Down On The Corner” y, sobre todo, “Rock And Roll Girls". Es que el listado es tan abrumador que es muy difícil quedarse con algo.

Pero lo voy a hacer.

Más que nada porque es una de mis canciones favoritas de la vida. Un temazo versioneado por muchísimos artistas (muchos grandes y otros no tanto) y que por ser tan maravilloso me atrevo a postearlo a modo de despedida y a incluir su sencilla pero hermosísima letra en este blog.



Someone told me long ago theres a calm before the storm,
I know; its been comin for some time.
When its over, so they say, itll rain a sunny day,
I know; shinin down like water.

Chorus:
I want to know, have you ever seen the rain?
I want to know, have you ever seen the rain
Comin down on a sunny day?

Yesterday, and days before, sun is cold and rain is hard,
I know; been that way for all my time.
til forever, on it goes through the circle, fast and slow,
I know; it cant stop, I wonder.

Chorus
Yeah!
Chorus


Terminó con un “Rocking All Over The World” impagable y he de reconocer que esperaba que volviese a salir a escena pero nos quedamos con las ganas.

Una gran experiencia y toda una satisfacción el poder haber visto en directo a uno de los artistas vivos más grandes que tiene la música.

Set list John Fogerty en San Javier: 10/07/09

HEY TONIGHT
GREEN RIVER
SUSIE Q
LOOKKIN´OUT MY BACK..
WHO´LL STOP THE RAIN
RAMBLE TAMBLE
MIDNIGTH SPECIAL
BIG TRAIN FROM MENPHYS
DON´T YOU WISH IT WAS..
JOY OF MY LIFE
WORKING ON A BUILDING
HAVE YOU EVER SEEN
KEEP ON CHOOGLIN
BORN ON THE BAYOU
JAMBALAYA
SOME BODY HELP ME
ROCK AND ROLL GIRLS
DOWN ON THE...
CENTERFIELD
OLD MAN DOWN THE ROAD
FORTUNATE SON
BAD MOON RISING
PROUD MARY
ROCKING ALL OVER THE WORLD

jueves, 2 de julio de 2009

Los Soprano


La historia de la familia Soprano pasará a la posteridad como una de las mejores series de televisión de todos los tiempos. No me cabe la menor duda. Afortunadamente aún no la he visto entera, aún me quedan temporadas por disfrutar, pero puedo decir que es diferente a las demás. Pienso que es debido a la riqueza de sus guiones, a la ambientación y, sobretodo, a la espectacular colección de personajes. Sí, son muchos y muy variados los personajes que irán pululando por cada temporada.

No es de extrañar que David Chase (el creador) haya trabajado de guionista en series tan rebosantes de calidad como Doctor En Alaska. Estamos hablando de clase y buen gusto en televisión, algo que, desafortunadamente, es muy difícil de encontrar.

Para los que no la conozcan; la serie trata, a grandes rasgos, de un tipo cuarentón que ha heredado de su padre una buena parte del control de la familia DiMeo, de New Jersey. Tony Soprano intentará modernizar a la familia (aunque sin perder sus valores clásicos) y que ésta prospere en el recién estrenado siglo. Pero la cosa no acaba aquí. La serie no se limita a presentarnos los problemas y las importantes decisiones que Tony ha de tomar a diario en su negocio de “gestión de desechos”, como le gusta ironizar, sino que estamos ante un hombre fuertemente presionado por la autoridad de su madre, y víctima de una serie de ataques de ansiedad (manifestados en repentinos desmayos) que le llevan a pedir ayuda profesional a una reputada psiquiatra. Todo esto lo completamos con la relación con su esposa (discusiones, infidelidades, amor,...) y con sus dos hijos adolescentes, y tenemos un concepto totalmente novedoso de las historias de mafia que hemos visto tantas veces en el cine.

Como decía antes, el elenco de personajes me resulta fascinante. Desde el mismo Tony (fuerte, inteligente, cruel pero vulnerable en ocasiones) a su madre (insoportable las pocas temporadas que estuvo, ya que moriría antes de acabar la serie), pasando por Carmela Soprano (espectacular papel el de la esposa de Tony). Me gusta mucho el personaje de Chris Moltisanti, el sobrino de Tony (debilidad de Tony; alocado, adicto a las drogas…tiene en Tony al padre asesinado cuando era demasiado pequeño) y es impresionante también el de Corrado “Tío junior” Soprano (el que es oficialmente jefe de la familia, aunque en realidad el que toma las decisiones es Tony) y sus dos consejeros principales; el brutal (aunque peinado a la perfección) Paul Galtieri y el gran Silvio Dante
(interpretado por el grandísimo “Little” Steven Van Zandt, mano derecha de Springsteen en la E Street Band, y cuya esposa en la vida real hace de su esposa en la serie), el principal “consiglieri” de Tony, y propietario del club de striptease Bada Bing, principal local de reunión de los muchachos.

Hay otros muchos personajes y, de hecho, una de las características de la serie es la gran cantidad de “bajas” que van ocurriendo en las distintas temporadas. Y otra es la inclusión de grandes actores de cine en algún momento de la historia, entre los que destacaría a Steve Buscemi (que también dirigirá algún episodio), Sydney Pollack o la mismísima Lauren Bacall.

Otra faceta fuerte de la serie, y que demuestra hasta qué punto están cuidados los detalles, es la banda sonora de la misma. Desde el tremendo tema de Alabama 3 que acompaña a la presentación (que podrían firmar los Fun Lovin´Criminals, desde luego) hasta una serie de canciones (siempre se despide el episodio con algún gran tema) introducidas cuidadosamente en los capítulos y para cuya selección se solía contar con el asesoramiento de Van Zandt. Se han editado un par de discos con esa ecléctica banda sonora y, además de canción tradicional italiana, yo destacaría las aportaciones de The Kinks, Dylan, el mismo Springsteen, Los Lobos, Bo Diddley, Sinatra…y un larguísimo etcétera.

Las alusiones a El Padrino (tremendas las imitaciones que Silvio hace de Pacino!!), El Precio Del Poder o Uno De Los Nuestros (de hecho, buena parte del reparto aparece en alguna de estas películas) son constantes, y puedo decir sin miedo que la serie está a la altura de éstas inmortales películas. Pero en la serie veremos aspectos de las vidas de los mafiosos que no aparecen en estas películas, y que tienen más que ver con el día a día que con cosas de su negocio. Ese detalle hace tan especial esta serie, que no olvida la parte del negocio, pero tampoco que, al fin y al cabo, son personas y que se les inunda el sótano, se les rompe el coche o su hijo saca malas notas.

En Internet hay multitud de detalles y curiosidades que rodean la serie. Yo les invito a los que no la conocen a que la ojeen y a los que la han visto a que comenten sus impresiones. A mí me quedan aún bastantes capítulos por disfrutar y eso me hace feliz.

lunes, 22 de junio de 2009

La Argentina


Desde mi segunda llegada a Madrid he cambiado algunos hábitos.

Parte de culpa la tienen los vaivenes de la vida, que han desplazado fuera de la capital a la mayoría de mis amigos. Y, por otro lado, porque al cambiar de trabajo y lugar de vivir, cambias también de recorridos, tiendas y bares.

El caso es que casi todas las mañanas me tomo un café en La Argentina.

La Argentina es un pequeño bar que está en la misma calle que la oficina. El sitio lo descubrimos Encar y yo cuando buscábamos casa lo más cerca posible del lugar de trabajo.

Estamos hablando de la Calle Infantas, paralela a la Gran Vía, en el Barrio de Chueca. En nuestra búsqueda, decidimos en un momento dado refrescar nuestros gaznates y dimos con el sitio.

Después de aquel día, cuando empecé a trabajar y, como tengo la extraña e insana costumbre de llegar unos minutos antes de mi hora, suelo visitar este lugar. Más que nada porque desde el principio me gustó su sencillez. Bar de los de toda la vida, muy pequeño, en el que incluso para entrar al aseo tienes que pasar por la barra, lo que hace que casi nadie lo utilice (yo lo hice el primer día, pero después de experimentar la dificultad de la maniobra que supone miccionar en este bar, mejor te aguantas y lo haces en otro sitio).

¿Qué hace de este local un lugar agradable? Básicamente la pareja que lo regenta. Por un lado ella (Amalia), que es simpática y que al segundo día ya recuerda qué es lo que te gusta tomar. Me llama siempre “majete” y de vez en cuando busca complicidad con la mirada cuando discute con su marido. Le he visto regalar comida a gente que ha entrado en el bar y también he visto como un tío pedía un café con leche y recibía una llamada de teléfono y entonces Paulino (el marido de Amalia) pedía votación a los que estábamos en el bar para ponerle la leche caliente, templada o fría, a la vez que explicaba que “en este bar mandamos todos!!”.

La decoración también es digna de mención. Gracias a ella he descubierto que sienten devoción por “Don Cascorro”, el vaquero que compra y vende tebeos en El Rastro, además de novelas, cuentos y álbumes de cromos desde 1975. Recoge incluso a domicilio, y se mueve a pueblos si es necesario, o al menos eso reza la publicidad. Como bien indica su nombre, va vestido de “cowboy”. Al principio pensé que era el propio Paulino, pero luego he descubierto que el personaje se llama Jesús y que es mensajero.

Amalia también tiene su sitio en las paredes de tan elegante sitio. Ella ha ganado concursos de croquetas y hay una fotocopia de una foto suya sentada en un taburete con una croqueta en una mano y un plato repleto en la otra. Amalia se preocupa porque una muchacha que trabaja en un supermercado de enfrente no coge las vacaciones que le corresponden. Ella es la encargada de llevar los cafés para las del súper y no le ayudan las compañeras. Además, a Amalia no le molesta que los gays se metan mano en su bar, pero que no sea a las 9:00 de la mañana, que sea por la tarde, que en ese momento hay gente que entra a trabajar. Esa explicación se la dio a una pareja que incluso terminó disculpándose ante ella, para mi asombro.

Otro personaje que frecuenta el bar es una señora muy gruesa que duerme en la calle. Paulino y Amalia le dan de desayunar fiado. Al cabo de los días, la indigente le paga los atrasos y vuelve a dejar una púa, a cambio de escuchar los consejos de los dueños pidiéndole que tenga cuidado y que no se lo gaste todo en coñac y tabaco.

Es casi plantilla en el bar un hombre sesentón que fuma pitillos pero que nunca toma nada. Les trae la prensa y suele indignarse cuando cuenta en voz alta que algunas personas van a su quiosco y le piden un ejemplar de prensa gratis de esos que dan en el Metro, que es su máxima competencia, claro.

Y más o menos así parecen pasar los días en La Argentina. No he explorado su fauna de tarde, pero seguro que es tan rica e interesante como la matutina.

Mañana volveré a ir y me volverán a preguntar si la leche caliente y diré que sí aunque sé que se pasan y aquello no hay quien se lo tome hasta pasado un tiempo, y permaneceré en silencio casi todo el rato solamente observándoles y mirando de vez en cuando el debate que siempre tienen puesto en la tele.

Como decía Rosendo, de andar por casa.

domingo, 7 de junio de 2009

Y Otra Noche Con...AC/DC!!!


Bueno, pues parece que soy un suertudo en toda regla.

Recuerden que hace unos pocos post les decía que había tenido la oportunidad de despedirme de la banda australiana, gracias a que mi amigo Malcom me había proporcionado una entrada la noche antes del concierto.

Pues esta vez la cosa ha ido aún más lejos. Cuando el pasado viernes salía del trabajo rumbo a la academia donde intento aprender MAYA 2008, recibí una llamada telefónica de Castillo, que me decía que me regalaba una entrada para el concierto de esa noche de AC/DC en el Estadio Vicente Calderón, en compañía de él y de Popper (famoso vividor de Aguilar De Campoo, toda una institución en la noche madrileña). Yo no podía creerlo y, además, sabía que esa entrada tenía otro nombre en un principio, así que con la clase que me caracteriza le dije a Castillo que se tomase un tiempo para ofrecerla de nuevo, venderla o lo que fuese necesario. Y le di un par de horas.

Pero cuando volví a tomar contacto con él, la cosa seguía igual y ya no tenía demasiadas excusas para no acudir. Así que me vi obligado a aceptar la invitación. Vaya sacrificio, eh?

Y fue la ostia. Todo. El ambiente reinante, la compañía…el espectáculo está mucho más concebido para los estadios, y se nota que se amolda mucho mejor que a los pabellones. Empezando por el sonido, que bajo mi punto de vista fue mucho mejor que el de hace unas semanas. El despliegue de luces, fuegos artificiales y demás efectos es también más exagerado, más espectacular. Pero la actuación en sí no varía prácticamente nada. Es marca de la casa que AC/DC ofrezcan el mismo espectáculo en todos sus conciertos. No hay espacio para la improvisación. Y hay gente que critica esto. Particularmente no me importa demasiado, porque lo que quiero es ver a Brian romperse la garganta, a Malcom Young ejerciendo del rockero-motor de gasoil que es (nos reímos mucho Castillo y yo con esto, pues llevamos décadas viéndolo actuar y nunca ha cambiado de gesto, actitud, ni de velocidad). De hecho, calcaron el set list, si exceptuamos la inclusión de “Dog Eat Dog”.

Y qué más da, digo yo. Sabemos que tienen los días contados (recuerden que yo ya lloraba con no poder verlos de nuevo en la anterior crónica). Claro que me gustaría escuchar “Can I Sit Next To You?” o “Ride On” o “Touch Too Much” o “It´s A Long Way To The Top”, que podrían ser mis favoritas de ellos, pero no seamos unos tristes quejicas y disfrutemos con lo que aún nos dan, que es mucho.

Momento estelar, de nuevo, para mí fueron la salida a escena del grupo, los temas “Dirty Deeds” y “You Shook Me All Night Long”, el solo de guitarra de Angus (lo disfruté más que en el pabellón) y la buena atmósfera que se respiró en todo momento.

Grandes, muy grandes. Más que un concierto, un espectáculo musical.

No tengo más que palabras de agradecimiento para Castillo por haberse acordado de mí, y darme la oportunidad de verlos una vez más. Y mi admiración por Popper que chuleó a los gorilas de la puerta y en unos pocos nanosegundos ya estaba en la pista, cuando él tenía entrada de grada.

Les cuento, por último que, creo que durante el solo de Angus, perdí en algún salto el móvil con su correspondiente agenda de teléfonos. Escaso precio para una gran noche, aunque es una putada, por supuesto.

Cuando salimos del Calderón, Popper y su cuadrilla se marcharon a una fiesta en casa de alguien, mientras que Castillo y yo nos tomamos unas cervezas más para recordar tan memorable noche y tantas otras más.

Salud y Rock And Roll.

viernes, 5 de junio de 2009

Social Distortion Y Buena Compañía


Aún tengo cosas que arreglar, como este pelo a lo Michael Landon en “Autopista Hacia el Cielo” que llevo ahora mismo, pero lo más difícil parece estar hecho. Naturalmente, estoy hablando de mi crisis de los 40/50. Gracias a que estos últimos días hemos estado muy junticos la Encar y yo y gracias al concierto de anoche, creo que voy superando este bache.

Porque sí. Anoche fuimos Dioni y un amigo suyo y Bocinante y yo a ver a los Social Distortion, que celebran 30 años en la carretera. Solamente los había visto una vez, hace unos años en el mejor Azkena Rock Festival que mi mente recuerda. En aquella ocasión, para mi gusto, les ganaron la partida Queens Of The Stone Age, pese a que prefiero a los Social.

Ahora quería verlos en sala, a ver qué tal defendían la tremenda colección de canciones que nos han ofrecido estas décadas, y soñaba con un concierto brutal. La verdad es que la cosa se quedó a medio gas, como en aquella ocasión en el Azkena. Pero la parte de culpa de ellos es que solo tocaron una hora y veinte minutos, que nos supo a poco. La otra gran razón para que no haya sido el concierto de nuestra vida es, una vez más, el sonido. Parece que hayan desaparecido de la faz de la tierra todos los grandes responsables de sonido de los conciertos. Algún extraño virus ha acabo con ellos.

De todas formas, el concierto lo disfruté mucho. Faltan canciones en el set list, pero no sobra ninguna. El problema es, insisto, en que tenían que haber hecho cinco temas más y la nota habría subido muchísimo.

Es curioso este Mike Ness, el líder de la banda. El tipo ofrece esa imagen de que cuando tú ibas él ya volvía, y es cierto que eso llena ya gran parte del escenario (para mí es el Marlon Brando del Rock And Roll). Un vacilón con clase. Uno de los problemas del sonido fue, precisamente, la voz. Si reconocemos que no es el mejor cantante del mundo y encima el técnico no consigue sacarle fruto, pues tenemos un problema. Pero bueno, insisto en que me gustaron mucho, pese a que uno puede llegar a pensar que estos tipos pasan de demostrar lo buenos que son.

Estuvimos fuera de la Rivi (le estoy perdiendo fe a esta sala) un ratillo tomando unas latas de Fanta (o era cerveza?) y cuando entramos a la sala ya habían terminado todos los teloneros (nos perdimos a Sex Museum, una putada. Hay una extraña maldición con esta gente. Son de Malasaña pero, por una razón u otra, nunca los he visto en Madrid). Había bastante gente pero se estaba cómodo. Acudió un montón de híbridos entre punks y rockers, y el nivel de tatuados era elevadísimo. Y salieron a romper. Con los tres primeros temas se ganaron ya a la gente, que tampoco sería demasiado exigente durante todo el bolo. Ness, sin necesidad de sudar como Camacho en Corea, se lleva toda la atención y podemos decir que va sobrado.

Van sonando los temas (Don´t Drag Me Down, Highway 101, Story Of My Life, Sick Boys…) y soy de los que piensan que ésta es de las pocas bandas que tienen lo mejor de su discografía en los últimos tres discos, no en los primeros, y me da un poco de pena que no expriman más esos trabajos (echo de menos especialmente la canción “Angel´s Wings”, mi favorita de ellos), pero pienso, una vez más, que no sobra nada.

Estuvimos ladeados en un principio, pero enseguida nos movimos hacia el centro de la pista, buscando mejores sonidos. Algo mejoramos, desde luego. Bocinante se despidió de nosotros para ir a bailar unos pogos, que llevaba exceso de energía y quería quemarla. Volvió sano, salvo y sudado.

Y cuando mejor estábamos, la cosa se terminó. Es una pena, pero me quedo con haber tenido oportunidad de ver a tan magna banda en una sala. Y mira que yo les empecé a prestar atención hace unos 6 años o así solamente, pero me flipa este grupo. De mis favoritos.

Así que, Rock And Roll, elevación del estado de ánimo y promesa entre Dioni, Boci y yo de que tenemos que retomar (¿alguna vez lo hemos dejado?) el tema conciertero, que nos mola y que lo echamos de menos.

Ese es el propósito.

lunes, 25 de mayo de 2009

Azkena Rock Festival (III)


Y llegamos a la última jornada del festival. Es sábado, y empiezo a notar el cansancio. No olviden este comentario, porque será determinante para hacerse una idea de cómo fue el final del festival.

Nuestra día empieza como de costumbre; copioso desayuno que termina en las primeras cañas del día, para luego dirigirnos a la plaza a ver el concierto gratis del día, en este caso Mike Farris & The Roseland Rhythm Revue. El ambiente en la plaza es mejor que el del día anterior, y hemos vuelto a hacernos fuertes en el mismo bar. Además, he quedado con Manel para vernos, pero ese encuentro nunca se produciría.

Comienza el concierto y nos acercamos al escenario. El sonido no hace justicia en absoluto a lo que se está desarrollando sobre las tablas. Así que Encar y yo nos decidimos a acercarnos un poco más para, de paso, hacer unas fotos. Mike sigue cantando como nadie. Les recuerdo que a este tipo lo vi hace unos años en la Sala Sol en una gira en la que no trajo ni guitarra. De hecho, se la tenían que prestar en los lugares donde actuaba. Aquel concierto íntimo y especial es inolvidable. Ese mismo año, actuaba con su anterior banda (los malogrados Screaming Cheetah Wheelies) en el Azkena y hubo un problema serio de sonido que derivó en un momento increíble cuando Mike cantó a cappella y se pudo escuchar en toda Vitoria la poderosa garganta de nuestro simpático amigo. Después de aquello el grupo cayó en desgracia. Las pobres ventas y, seguramente, otras razones hicieron que se disolvieran. Se dice que Mike cayó en depresión y que después descubrió a Dios. Esta noticia creó desconcierto en la comunidad rockera, pero el resultado fue un increíble giro hacia el góspel que, al menos a mí, me parece muy acertado, aunque espero que no sea eterno y vuelva a rockear como antes.

Lo dicho, el concierto cumplió todas mis expectativas y creo que todo el mundo lo disfrutó mucho.

Después de esto, y sin haber conseguido ver a Manel finalmente, nos fuimos a comer a El 7 de nuevo y a beber de lo lindo, para volver a dormir una reparadora siesta que ya no fue suficiente para mí, pues me levanté cansado y ya continué cansado toda la noche. Que la edad no perdona, camaradas, y uno hace lo que puede, pero tres días de marcha es para gente más joven que yo.

En fin, llegamos al recinto a la hora que habíamos planeado, sabiendo que nos perdíamos a Reverendo Parker, Johnny Kaplan & Lazy Stars, Dan Auerbach, Woven Hand y The New Christs. Llegamos para ver de nuevo a Farris y su banda, y el show fue muy parecido al de la mañana, si bien los artistas parecían estar algo más enchufados y extasiados en algún momento. Lástima que un sonido más propio de Manowar que de ellos arruinase en parte la actuación, debido al despilfarro de decibelios. Pero fue una gran experiencia y un más que memorable espectáculo.

Después vendría Molly Hatchet. Yo llamaría a su propuesta Hard Rock Sureño, más que sureño a secas. El grupo con las portadas más feas de la historia fue, sin duda, uno de los triunfadores del festival, a pesar de que a nosotros no nos sedujeron nada. Solamente Bocinas se acercó de nuevo a verlos cuando se pusieron con el "Free Bird" de Lynyrd Skynyrd.

Después, y aprovechando la descarga de los Hatchet para descansar un poco, estuvimos viendo a The Soundtrack Of Our Lives. Una vez más, el sonido fue enemigo del grupo, pero pese a ello disfrutamos bastante de su actuación. El grupo le puso ganas, y hay que reconocer que me gustaron más en directo de lo que creía en un principio. Muy buen momento.

Pero llegados a este punto entré en la crisis de los 40. Así, de repente. Empecé a preguntarme qué hacía allí y porqué estaba tan fundido. Empecé a recordar cuando no me cansaba nunca de estar en festivales y celebrando la ceremonia del Rock And Roll. Empecé a ponerme de mal humor (no con nadie, solamente conmigo mismo) y a cagarme en el destino y en la Naturaleza, que nos hace viejos. Decidí que era hora de entrar en la crisis de los 40, y estaba tan jodido que quería entrar también en la de los 50.

A todo esto que empiezan a tocar Fun Lovin Crminals. Era la cuarta vez que los veía, y es la vez que mejor les encuentro, si exceptuamos esa primera ocasión maravillosa en la Sala Riviera. Pero tocaron muy poco tiempo. Quizá porque la mayoría de gente ya estaba ansiosa por ver a Alice Cooper. Yo también quería verlo, pero cuando empecé a entrar en calor con los FLC (el frío reinante tampoco me ayudó mucho en ese mal momento que estaba pasando), se acabó el concierto.
Así que salió Alice.

La respuesta del público fue inmediata, y el chasco, para mí, también. Un sonido ultraheavy (y que conste que sus primeros álbumes heavies eran de mi agrado) que, para mi gusto, solamente hacía que fastidiar las grandes canciones del Alice de los 70´s. Un espectáculo que quizá en otra época hubiera encontrado divertido, pero que me pareció de lo más ridículo. Tampoco ayuda mucho que las canciones no las toquen enteras, para meter más en el set list.Una banda de acompañamiento que parecían lo que eran; simples mercenarios que no aportaban nada más que seguir las instrucciones recibidas a pies juntillas.

A mí me decepcionó profundamente. Vi a Alice hará unos 10 años, con Dog´s D´Amour de teloneros, y me gustó mucho, pero en Gasteiz la cosa era muy diferente.

El caso es que durante la última canción ("Poison"), que era la que esperaba con ansias Bocinas, nos largamos del recinto.

Ya no les dimos oportunidad a Toy Dolls, grupo que tampoco es que me vuelva loco, pero que en un momento dado pueden divertirte un rato. Ya los había visto también y esa era una razón más para que mi prioridad fuera volver al hotel a acostar mi depresión. Hubo propuesta de copeo por la zona centro, pero yo no estaba para nada ni para nadie.

Así que nos fuimos al sobre.

A la mañana siguiente nos pusimos en marcha, había que regresar.

Los ánimos eran buenos, el no castigarnos demasiado la noche anterior ayudaba a ver los kilómetros que nos quedaban para regresar con cierto optimismo.

El viaje fue bien, y quedamos en Buitrago del Lozoya para que nos timaran comiendo carne cara y mala.

Y unos días después creo que he superado, en parte, la crisis.

Sin duda, el cansancio se apoderó de mí. Me he arrepentido de no aprovechar mejor ese último día, y está claro que mis compañeros de viaje tampoco estaban ya muy fiesteros, pero me da rabia no quedarme más tiempo el sábado.

En cualquier caso, creo que ha sido un buen festival y lo hemos pasado bastante bien.

A ver qué tal va la crisis de cara a volver el año que viene.

La vida dirá.

jueves, 21 de mayo de 2009

Azkena Rock Festival (II)


Cosas nuevas de esta edición (a no ser que ya estuvieran el año pasado, que no fui) son el puesto para competir al Guitar Hero y el pequeño escenario para que los más atrevidos suban a tocar sus locuras. Ninguna de las actividades me seducen personalmente, pero creo que es una buena idea para hacer un festival más participativo.

Y la otra gran novedad son los conciertos mañaneros. Gratis y en la preciosa Plaza de la Blanca, allí montaron un escenario y convocaron a los menos resacosos a las 13:30 tanto el viernes como el sábado. Así que el viernes nos levantamos y bajamos a desayunar (un desayuno del que ya saldríamos con alguna cerveza en el cuerpo), para dirigirnos después directamente a la plaza. Allí encontramos un bar (tras otro intento en una terraza que no nos convención) en el que esperar de forma amena y siempre bajo el riego cervecero o vinícola, según gustos, que apareciese la estrella de la mañana, que no era otra que Eli “Paperboy” Reed, el Andrés Iniesta del soul! Pequeñajo, con pinta de haberse llevado muchísimos peri-palpos en el colegio, o de haberle hecho los deberes a muchos matones, con cuerpo de botella de butano, pero con una voz y una actitud fantásticas. Su repertorio lo basó en el aclamado (y con todo merecimiento) “Roll With You” un disco que he escuchado decenas de veces desde que lo descubrí. Su propuesta soulera es atemporal y quizá por eso nos guste tanto que este joven viva e interprete el soul de la manera que lo hace. ¿El Otis Redding blanco? Aún le queda a nuestro amigo con aspecto de seminarista, pero desde luego este tiene que ser el camino. Ofreció un show armado únicamente con una guitarra y con su poderosa garganta, sin ningún tipo de adorno musical más, y desde luego que nos puso en órbita y con muchas ganas de volver a verlo unas horas más tarde en el recinto del festival, ya con la banda al completo.

Después de la mañana cervecera y musical (así es la vida, amigos míos!!!) nos dirigimos a El 7, en la calle Chuchillería, donde comeríamos tanto el viernes como el sábado.

Como la comida fue generosa en cerveza y vino (una vez más), tras ésta nos dirigimos al Desiderio para dormir un poco y prepararnos para el asalto nocturno. Como pueden comprobar, ha sido un fin de semana de mucho y tedioso trabajo, tanto para mí como para el resto de mis acompañantes y para mi pareja. Pero queríamos estar ahí para poder contárselo a ustedes.

Bien, pues una vez liberados de las terribles garras de Morfeo, nos ponemos las pilas y nos volvemos a dirigir a Mendizabala.

De las actuaciones del viernes nos perdimos a Jon Ulecia & Cantina Bizarro, a Elliot Brood (he escuchado su disco “Tin Type” y, sin volverme loco, tampoco me desagrada), a The Fabulous Thunderbirds, a Howlin Rain (bastante bueno el “Magnificent Fiend”) y a Dr Dog, que probablemente fue a los que más me dolió perderme, pero que espero tener otra oportunidad de verlos (“Easy Beat” es un disco en ocasiones extraño para mí, pero interesantísimo y muy disfrutable. Me gusta, especialmente, el tema “The Pretender”, una de mis canciones de lo que llevamos de año). Pero nuestra filosofía azkenera es pasarlo bien, y esto supone ir sin estrés de ningún tipo, así que no nos duele demasiado perdernos alguna actuación de éstas que empiezan tan temprano.

Así, pues, cuando llegamos al recinto nos encontramos de nuevo con El Repartidor de Periódicos, esta vez con su banda y con un impecable traje azul brillante, bastante horroroso para mi gusto. Pero Eli es así. Y sí por la mañana ya había dado muestras de su incuestionable talento, por la tarde hizo lo propio, esta vez respaldado por una banda bastante solvente. Y se llevó a la gente de calle. El escenario y la zona del público se convirtieron en una fiesta. Éxito total y sonrisa en las caras de la gente de satisfacción tras ver al joven soulman actuar. Desde “Stake Your Claim”, a “It´s Easier”, pasando por el “Boom Boom”, en todas y cada una de ellas se atesoraba calidad y magia, tanto por parte de Eli como de sus True Lovers. Mi favorita fue, probablemente, “Am I Wasting My Time”. Ya tengo ganas de volver a verlo este verano en Cartagena. Será grande.

La siguiente actuación de la tarde que vimos fue la de UK Subs. Éstos veteranísimos de la escena punk sustituían a los Bad Brains, baja de última hora en el cartel por circunstancias que desconozco. Y no es que fuera el concierto de nuestras vidas, pero al menos le pusieron ganas y no me dejaron mal sabor de boca, a pesar de no prestarles tampoco una atención excesiva.

Después de los UK Subs fuimos a la carpa a ver a los británicos The Zombies. Tenía interés en ver y escuchar a estos veteranos del beat, que no disfrutaron del éxito masivo de sus compañeros de generación (The Beatles, The Kinks), exceptuando su breve conquista del mercado yankee. Recuerdo que fue llegar a la carpa y comentarles a mis compas “ey! este tío sabe cantar!”. Y es que mi primera impresión fue muy buena, pero conforme avanzaba la actuación me gustaban cada vez menos. No es el tipo de música que más me motive, pero fui perdiendo el interés en ellos a pasos agigantados.

Después, y ya en el escenario grande, vinieron Soul Asylum. Y supuso otra decepción. Parecía que por momentos arrancarían, pero me daba la impresión de que utilizaban pólvora mojada. “Aburrevacas!!!” gritó un tipo desde el césped, y vaya si nos convenció el talentoso comentario. Para colmo, el cantante se me daba un aire (hasta 6 personas me lo dijeron entre los dos días!!), y tuve que aguantar la brómica del “aburrevacas” lo que quedó de festival. Decepción, la verdad, quizá multiplicada por la impaciencia por ver y saborear al fin el plato fuerte de la noche (y del festival).

Y por fin salen a escena The Black Crowes. Dios!...cuántas ganas tenía de ver a esta banda en vivo. Y no podía creer que salieran a escena tocando “Sting Me” y “Twice As Hard” de primeras. Era, y de hecho todo el set list fue, como si me hubiesen hecho caso. Hablábamos Mig y yo de que no nos faltaba ninguna canción de las que habríamos escogido si nos hubiesen encargado el listado, pero luego sí que eché en falta, por ejemplo, “Locust Street”, de su último disco en estudio. O sea, que son todas las que están, pero no están todas las que son, algo totalmente imposible debido a la extensión y, sobre todo, a la calidad de la obra de los de Atlanta.

Maravillosas partes instrumentales, con unas guitarras fascinantes, y una sección rítmica de las mejores que haya podido oír sobre un escenario. Lo tienen todo; experiencia, sonido (contundente, limpio, colosal!!!!), imagen, puesta en escena, canciones increíbles…MAGIA, con mayúsculas. Encar, que bajo mi punto de vista tiene un criterio musical muy agudo, sobre todo en lo referente a los vocalistas, hacía hincapié en lo bien que canta Chris Robinson. Yo confiaba en que sería un buen cantante de directo, pero realmente superó todas mis expectativas. Además, el tipo tiene un estilo muy particular, tanto en la forma de cantar como en la de moverse por el escenario.

Jealous Again”, la versión de OtisHard To Handle”, “Remedy” y “Thick ´n ´Thin” fueron los temas que más me gustaron, además de los dos primeros.

Me cuesta encontrar palabras para transmitir las sensaciones que viví durante esta actuación. De veras les digo que este concierto entra directamente en mi Top 5 de conciertos de mi vida. Yo sé que en su momento no mostré tanto entusiasmo como ahora, pero es que no se me va de la cabeza esta actuación, y ya hace unos días de ello. Sencillamente maravillosos Los Cuervos. Me gustaría escuchar el punto de vista de alguien que los haya visto en más ocasiones y comparar el estado actual de la banda con otros de su pasado.

En fin, que tras este clímax nos miramos y dijimos que ya podían dar por finalizado el festival si quisiera la organización, que tanto el desplazamiento, el frío que estábamos pasando y el esfuerzo económico estaban ya totalmente justificados.

Afortunadamente aún quedaban más músicas por escuchar. Esa noche cerraban unos japoneses locos llamados Electric Eel Shock. Sergio Bocinas (el hombre que popularizó la frase “se puede decir más claro, pero no más alto”), y un servidor ya los habíamos visto hace unos años, y sabíamos que su propuesta es divertida y kamikaze (para el físico de ellos), y que no son la gente más virtuosa del mundo, pero sí divertidos (el batería iba desnudo, solamente llevaba un pañuelo en la polla, y de vez en cuando se ponía una camiseta de Hanoi Rocks para reivindicarlos y volvía a quitársela…y les aseguro que no hacía precisamente calor!!!) y bestias como ellos solos. Estuvimos viendo unos 4 o 5 temas y decidimos irnos ya, en el momento en que el cantante reclamaba pasta para poder regresar a Tokyo, más que nada por las colas de los taxis y porque aún nos quedaba otro día más que empezaría con el desayuno, las cervezas, la música mañanera…otro esfuerzo sobrehumano por nuestra parte para poder contárselo a ustedes desde este humilde blog.

martes, 19 de mayo de 2009

Azkena Rock Festival (I)


Como cada año (solamente fallamos el pasado desde hace ya unos cuantos) Encar y yo nos dirigíamos de nuevo a Gasteiz para disfrutar una vez más de tres largas jornadas de música, ambiente, buena compañía y, en definitiva, mucho Rock And Roll.

El motivo principal de nuestro peregrinaje era la visita, después de 10 años más o menos sin pisar suelo ibérico, de The Black Crowes. Una banda que siempre he considerado la mejor de los 90´s, y que nunca había tenido oportunidad de ver. Pero esto sería el viernes 15, así que vayamos por partes.

Es jueves 14. Yo estoy aún en la oficina pero tengo ya hablado que saldré antes porque me tengo que ir de viaje. El día anterior habían llegado a casa Oscar, Alicia y, por supuesto, la Encar. Habían decidido hacer el largo viaje desde Murcia en dos etapas y de paso dar una vuelta por Madrid. En dicho paseo madrileño, Oscar aprovecha para hacer unas compras de vinilos y se empeña en regalarme el “Blah, Blah, Blah” disco de Iggy Pop grabado en el 86. Además, se tropiezan a algún famoso que otro por Chueca y hacen una rápida visita al lugar donde trabajo, que no es otro que la Casa de Pocoyo.

Volviendo al jueves, ya he comido y no veo la hora de salir. Me encuentro ya en un estado de excitación bastante palpable, pues en verdad os digo que echaba de menos el rollito que se cuece en Vitoria los días del Azkena.

Así que por fin me escaqueo y me pongo rumbo a casa. Allí me encuentro con Miguel, que ha llegado de Cartagena, y que también está ya listo y preparo mi equipaje a toda velocidad para que podamos partir cuanto antes. Hacemos un reparto de coches por sexos, cosa que no me convence mucho, pero que tenía que ver más con los humos que con otra cosa y que al final resultó ser bastante coherente. Así que Encar y Alicia se marchan en un coche, y Oscar, Miguel y yo en otro.

Durante el camino escuchamos a los Stones y a Jane´s Addiction, y nos encontramos un tremendo control policial que nos sobresalta bastante. Cadenas, perros y muchas armas nos intimidan y nos cortan un poco el rollo, además de retrasarnos una media hora. Pasado este trance, y heridos en nuestro orgullo por no ser considerados ya ni sospechosos, logramos llegar a la capital alavesa y aparcamos con bastante facilidad. Además en zona blanca, un bien cada vez más escaso en nuestras ciudades.

Llegamos al hotel de siempre, el Desiderio, y recogemos las llaves de nuestras habitaciones. Para nuestra sorpresa ha habido un error y nos han dado una habitación doble en lugar de una de matrimonio, que vale que ni el Ayuntamiento ni, por supuesto, la Iglesia son testigos de nuestra vida en común, pero eso no es excusa para hacernos esto. Finalmente aceptamos las condiciones aunque queda patente que el error es de ellos. Una pírrica victoria, pero que eleva ligeramente la moral para continuar con alegría nuestra aventura.

Es en Gasteiz donde nos encontramos con Sergio Bocinakas, el otro integrante de la rockera excursión. No dormiré tranquilo si no les cuento que hubo una baja de última hora; Pichón se quedó en Barna y no pudimos compartir estos días con él. Una auténtica lástima.

Bien, pues iniciamos la excursión a Mendizabala, el recinto donde se aloja el festival. Por las horas que eran, ya no pillaríamos a ninguno de los primeros grupos (Jenny Dee & The Deelinquents, The Inspector Cluzo, los veteranos Burning, White Denim, The Freeks y The Breeders), pero vimos la actuación completa de Juliette And The New Romantics. Y qué quieren que les diga. La Julieta ha cambiado de banda y desde luego que ha sido para mal. Éstos New Romantics deben ser de lo peor que ha pasado por el ARF en sus ya varios años de existencia. Canciones de dudosa calidad, partes instrumentales mediocres e incursiones en diferentes estilos y con desigual suerte. Lo único que no podemos reprocharle a la estrella de Hollywood es precisamente su actitud y entrega. Pero no todo es actitud, claro, y la verdad es que se convirtió en un show bastante prescindible. De hecho, me da la impresión de que ha perdido algo que le hacía tener algún atractivo, que era esa propuesta de especie de Iggy femenina. Ella mantiene fuerza y cierto estilo, pero no está respaldada por una banda mínimamente competente.

En fin. Después de la Lewis es turno de Hardcore Superstar. Solamente había escuchado el disco de idéntico nombre al de la banda, y no es precisamente santo de mi devoción, pero tenía cierto interés en verles porque me habían hablado bastante bien de su directo. Y la verdad es que duramos tres canciones. Yo no sé si aquello (un compendio de clichés hardrockeros que apenas aportaban nada, bajo mi punto de vista) mejoraría conforme avanzó el concierto, pero a nosotros nos bastaron esas tres canciones para decidir que ya habíamos tomado el primer contacto con el festival y que lo mejor sería recogernos pronto porque las dos jornadas siguientes serían duras.

Y eso hicimos.

miércoles, 22 de abril de 2009

Hiberhistoria


He salido del curro y he ido andando desde la Calle Infantas a la estación de Metro Serrano para darme un paseo y allí he cogido el metro hasta Avenida de América y me he bajado para caminar otro poco.

Me he dirigido al supermercado (que se llama Hiber) y en la puerta estaba el negro que vende La Farola y me ha deseado buenas tardes, como a todo el que entra en el super, y me he dirigido a la taquilla a dejar la mochila que contiene un libro, un Ipod sin batería y un tupper con los restos del pollo con piña (que son muy pocos porque tenía mucha hambre y ha caído entero) y el vigilante con la cara de matón me ha vigilado.

Después he dado el paseo habitual por el super para descubrir grandes precios para mediocres productos. He cogido arreglo para el estofado y después de coger varias cosas y volver a dejarlas en su sitio, me he dispuesto a pagar.

He ido a una de las cajas donde estaba una señora y le he preguntado si estaba abierta y me ha dicho que sí y, entonces, cuando he puesto mi arreglo de estofado en la cinta, me ha dicho que estaba cerrada. Me he girado y había dos cajas con cola de gente y me he puesto en la fila de la que estaba más a la izquierda y he esperado. La mujer que había delante mía ha salido de la cola varias veces para completar su cesta de la compra y volvía y todos le hemos respetado el turno en silencio.

En la caja paralela un tío calvo de inclasificable edad ha sido muy simpático. Ha saludo a las tres cajeras; a la que me ha engañado diciendo que estaba abierta la caja, a la rusa de su fila y a la que me tocaba a mí. A la primera le ha dicho “hola qué tal, cómo va todo?”, con la rusa se ha puesto en ridículo dedicándole unas palabras en ruso que debe haberlas aprendido indagando en Google (el tipo no llevaba anillo y, sin duda, es la rusa la que más le gusta, aunque apuesto un brazo, y no lo pierdo, a que no le haría ascos a ninguna de las otras dos e, incluso, no le haría ascos ni al vigilante ni al vendedor de La Farola), y a mi cajera le ha dicho que le queda perfecto el nuevo corte de pelo, cosa totalmente falsa.

El simpático ha saludo, además, al vigilante que, como no puede ser de otra manera, no le ha devuelto el saludo. Su simpatía era totalmente agobiante, desmedida, sin la respuesta que el tipo buscaba, artificial…la chaqueta de chándal roja que llevaba tampoco ha ayudado mucho.

El simpático se ha ido y yo he pagado y le he dicho a la cajera que se quedase el cambio, que eran tres céntimos, que más que ayudar estorban.

Y en ese momento me ha venido a la cabeza una frase de una psicóloga que me dijo una vez que la vida es el infierno y que la muerte es el cielo, y en ese momento he entendido todo su significado.

He salido del super, no sin antes recoger mi mochila con mis cosas dentro y de recibir un nuevo saludo del tipo de La Farola, y me he dirigido a casa.

He saludo a Antonio el portero (que es del Este, pero dice que se llama Antonio), que me cae muy bien y, cuando he entrado en casa, me he abierto la antepenúltima cerveza que me queda para tomarla antes de empezar a cocinar y de terminar la limpieza que comencé ayer, y he pensado que el mundo tenía que conocer esta terrible historia.

Buenas tardes.

miércoles, 15 de abril de 2009

He Estado En La Estrella De La Muerte!!!


Quizá porque mi padre me llevó por primera vez en mi vida a un cine para ver La Guerra De Las Galaxias en 1977. El comienzo de todo un mundo de fantasía que dura más de tres décadas. El caso es que hay en Madrid una exposición, que casi acaba ya, y que trata de recoger los secretos de la saga. Así que decidí asistir.

He ido solo, y lo que preveía que sería una visita de 30 o 40 minutos se ha convertido en hora y media, y porque ya me han echado, que era tarde.

Cuando entras en el expo, ves que la primera estancia está dedicada a la galaxia donde se desarrolla toda la historia. Y no sabía yo que Naboo estaba tan retirado del centro. Está en el quinto anillo. La ostia de lejos.

Cuando ya estás en la sala principal es como si estuvieras en la nave donde se desarrollaban las primeras escenas de la película original. Las puertas de aquella nave te llevan a más habitaciones, cada una de ellas dedicada a uno de los principales planetas que aparecen en la serie. Lo mejor es que te reciben un C3PO de los utilizados en la película y un R2D2. Están metidos en unas urnas, pero me han arrancado una sonrisa nada más verlos. Viejos amigos, sin duda.

Además, en esa misma sala principal podemos ver dos vainas de gran tamaño, una de ellas la de Anakin.

Por supuesto que soy muy crítico con la segunda parte de la saga, pero hoy me ha encantado ver cosas de esas películas; el vestuario de Amidala, Darth Maul y su doble espada láser, las vainas que he comentado…pero nada comparable a poder ver el material de la trilogía original.

Trajes de los Stormtroopers, el gran Chewbacca, el cabrón de Bubba Fett, Joda y, como no, el maravilloso Darth Vader (el malo más molón del cine???...posiblemente!!!!). Que guapo verlos a todos.

Además de esto, mogollón de maquetas, storyboards, miniaturas, bustos…todo presentado de manera exquisita y con todo el rigor que merece la fantasía de Lucas y sus colaboradores. Varios proyectores te van desvelando detalles sobre cómo se rodaron escenas, cómo trabajan en plató, como lo hacen los maquetistas…una de las cosas que más me gustan es esa combinación entre artesanía y tecnología. Ver, por un lado, que con palillos de los oídos te llenan una grada de público presenciando la carrera de vainas, y por otro a los mejores animadores del mundo dándoles vida a Joda con los ordenadores.

Aaaayyy…cómo me he acordado del joven Darío cuando he visto todo esto. Lo que hubiera flipado la criatura. Encar y yo lo habríamos pasado en grande explicándole quien es Jabba The Hutt, Han Solo o los putos Ewoks.

Después de estar leyendo, escuchando las músicas y viendo todas estas frikadas, sales por un pasillo lleno de XBOX con juegos para probarlos, y luego la tienda. El merchandising era bastante pobre, no sé si porque ya se llevan la exposición y no lo han repuesto, o porque han traído poca cosa.

Además, hay una Escuela Jedi para críos, a los que enseñan a manejar un poco la espada y donde tienen la oportunidad de enfrentarse a unos Sith. Un Darth Vader, con sus cláscos problemas bronquiales, da un buen susto a los críos. Algunos, impresionados, deciden que no quieren pasar miedo y abandonan la Escuela antes de que acabe la clase.

En fin, que te lo pasas de miedo y que ardo en deseos de volver a ver (ni idea de cuántas veces van ya) las películas. Ojalá las saquen pronto en Blu-ray y tenga cuartos para pillarlas.

Gran tarde.