sábado, 11 de abril de 2009
Una Noche Con...AC/DC
Era el día 1 de abril por la noche cuando recibí la confirmación de Malcom de que no iba a ir a ver a AC/DC. El concierto era al otro día, y yo no había conseguido entrada hacía unos meses, cuando salieron a la venta y duraron unas escasas dos horas, entre escándalos de las condiciones y de la cantidad real puesta a la venta al público que no tenemos enchufes en El Corte Inglés. Una serie de causas personales hacían que Malcom tomase la decisión de no acudir a Madrid desde Alicante. Me dijo que prefería que un conocido fuese a disfrutar del concierto, antes que hacer negocio con la venta de la entrada. Y eso le honra, porque claro que podía haber hecho negocio.
Así que, sin ya esperanzas de volver a ver a los australianos, de la noche a la mañana me encuentro con que tengo entrada.
El día del concierto, en el trabajo ya estoy un poco nervioso. Ya he visto algunos conciertos, pero AC/DC son y serán siempre algo muy especial. Las horas en el trabajo pasan un poco más lentamente de lo habitual, pero por fin llega el momento de salir. Directamente, me dirijo a la zona del pabellón. Allí he quedado con Montse que me trae la entrada desde Alicante. Nos encontramos, le invito a una cerveza y le pago la entrada. Estamos en una terraza sentados con toda la legión de amigos de ella, cuando por fin aparece Xailor en escena. Había quedado con él, ya que hacía mucho tiempo que no nos veíamos. Me junto con su grupo y vamos a beber unas cervezas mientras nos ponemos al día de cómo han ido desarrollándose nuestras vidas.
A todo esto, las colas para acceder al pabellón son inmensas. Parece que vayamos a tardar varias horas en entrar, aunque en el momento de la verdad la cosa va bastante más fluida. En la cola habíamos caído en que mi localidad estaba en la parte de arriba del pabellón, mientras que las de Xailor y los suyos estaban en la grada, pero a pie de pista, enfrente del escenario.
Tras el enrolle de un portero, y el engaño a otro, consigo quedarme en la misma zona que el resto de expedición, y pocos minutos después de acomodarnos, empieza el espectáculo. Arrancan con Rock And Roll Train, el single de Black Ice, un álbum más que respetable, teniendo en cuenta lo alto que está el nivel de publicaciones de la banda. Al primer acorde, ya se sabe que el público está totalmente entregado y que, pase lo que pase, van a salir triunfadores. Por cierto, el público es de lo más ecléctico; desde quinceañeros a las dos abuelas que me encontré en la barra y que ya los habían visto en dos ocasiones anteriores. Hell Ain´t A Bad Place To Be y Back In Black, son las siguientes piezas. Para mi gusto, el sonido es horroroso hasta ese momento, pero poco parece importarle a nadie. A partir del tercer o cuarto tema la cosa mejora un poco. Big Jack (también del último), Dirty Deeds y Shot Down In Flames serán las siguientes en caer. Thunderstruck, Black Ice, The Jack y Hells Bells (con el obligado momento campana de Brian) irán después. Shoot To Thrill (una de mis favoritas), War Machine y Anything Goes (la mejor con diferencia del último disco) nos pillan entre el aseo y la barra, pero llegamos a tiempo de disfrutar You Shook Me All Night Long en todo su esplendor. Para mí fue la gran canción de la noche. La brutal Whole Lotta Rosie y Let There Be Rock ponen punto final al concierto en sí. Faltan los bises. La mágica Highway To Hell y el imprescindible final de For Those About To Rock.
En medio de todo esto, el solo y el striptease de Angus, evidentemente. Sobra también mencionar el espectacular montaje de luces y efectos que lleva el grupo.
Yo los había visto en el 91 en el Estadio Olímpico de Barcelona (les teloneaban los entonces inmensos Metallica, que hicieron un concierto tremendo que podía mirar cara a cara al de AC/DC), y 10 años después en Madrid (unos días antes de que ardiese el pabellón, creo recordar). Y he de confesarles que esta es la vez que menos me impactaron. Primero porque las circunstancias en las que había conseguido la entrada no me agradaban. Sé que Malcom es un gran seguidor de la banda y no me hacía gracia quedarme con su entrada, sabiendo que él no los vería, con el gran esfuerzo que a buen seguro le costó conseguirla. Segundo porque el sonido no me agradó. La otra vez que los había visto en pabellón fue la ocasión que más disfruté con ellos. Tampoco me gusta que un grupo o artista tenga ganado al público desde el minuto 0 (ya me ha pasado con Waits y con Springsteen, por poner un par de ejemplos). Eso hace que cualquier detalle aparezca sobrevalorado y parece que si algo no te gusta eres un raro o un exigente caprichoso. La cero posibilidad de improvisación (por mucho que los llamen, ya se sabe que For Those es el último tema de la noche). Y, especialmente, la sensación de que es la última vez que los veo en directo y que no estaba conmigo Encar.
No saquen falsas conclusiones, no es que no me gustase, pero tampoco entiendo mucho todo el revuelo que ha ocasionado esta visita de los australianos. Y si ven las crónicas, no aparecerá ni un pero, ni una sola crítica al sonido…en fin, que todo es demasiado perfecto, cuando en verdad no lo fue.
Así que me quedo con mis momentos impagables (poder ver de nuevo a Angus en un escenario, jalear algunos himnos que son legendarios dentro del Rock And Roll desde hace ya muchos años) y con la alegría de poder decirles adiós y darles las gracias por tantas horas de emoción y diversión que me han dado.
Larga vida a AC/DC y a su impagable legado.
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Yo de los rascacuerdas estos no entiendo mucho. De puro milagro no pienso que ACDC son especificaciones técnicas de mi tele. ¿Porqué no les va a volver a ver? ¿Disuelven la banda? ¿Han acordado un suicidio ritual? ¿Han construido una nave espacial con latas de atún Calvo (Claro) y marchan a los confines del espacio?
ResponderEliminarComo sea que han anunciado que esta es su última gira, piense en los Stones, que llevan haciendo últimas giras del terror 20 años...
Lo sé, lo sé.
ResponderEliminarPero esta visita ha tardado 9 años y ellos mismos han dejado caer en más de una ocasión que la cosa se para ya.
Y realmente no creo que éstos sean como los toreros que se retiran 10 veces en su carrera.
En Barcelona estuvieron muy bien. Posiblemente tuvimos la suerte de ver la mejor versión posible de AC / DC en estos momentos. El sonido tampoco estuvo muy allá. ¿Pero que se puede esperar de un gran pabellón? Poca cosa. un abrazo.
ResponderEliminarMANEL
Es cierto que la ocasión ha sido única, y por ese lado estoy muy contento.
ResponderEliminarPero por diferentes motivos ha sido la vez que menos me han gustado.
Aunque siendo ellos, eso no significa que fue un mal concierto, ni mucho menos.
Son muy grandes, y nosotros los hemos visto!!!